Octava semana de embarazo. Lo más importante:
Estás en la octava semana de embarazo. Es la última semana del segundo mes de embarazo, que posiblemente te ha pasado volando entre la emoción de los primeros momentos, la sensación de los primeros síntomas, y el comienzo de un nuevo mundo (maravilloso, sin duda alguna).
Semana 8 de embarazo (Semana 6 de gestación).
Durante esta semana el corazón del futuro bebé continúa latiendo muy rápido, y podrás escucharlo en la ecografía si te la haces esta semana.
El jengibre puede ser de gran utilidad a la hora de aliviar las náuseas. También puedes tomarte una infusión antes de levantarte por las mañanas, y acompañarlo de un biscote o bizcocho integral.
¿Ya has tenido la primera consulta con tu ginecólogo/a? Si es así es probable que esta semana tengas la primera cita con tu matrona (o matrón). Te hará muchas preguntas, pero también podrás resolver todas las dudas que tengas.
Nos encontramos en la octava semana de embarazo, y concretamente, prácticamente al final del segundo mes de embarazo. ¿A que el tiempo ha pasado rápido? Probablemente sientas algo de desfase y que también todo va muy rápido. Especialmente si dices que ya han pasado 2 meses (¡2 meses!) desde que te quedaste embarazada.
Aunque es cierto que, efectivamente, todo va bastante rápido, también es debido a que en realidad han pasado 15 días menos de gestación. Es decir, aunque te encuentres en la semana 8 de embarazo, tu pequeño bebé está en la semana 6 de gestación.
Esto es debido, como ya te hemos explicado en algún que otro momento, a la fecha que se toma para empezar a contar las semanas de embarazo. Y con razón, ya que aunque muchas veces tiende a producir confusión, es prácticamente imposible saber cuándo se concibió el bebé, por lo que se toma como fecha de partida el primer día de tu última menstruación.
El desarrollo del bebé durante la octava semana de embarazo
Si durante la pasada semana el bebé tenía alrededor de 12 milímetros de largo, y podía incluso alcanzar los 15 milímetros al final de la semana (esto es, los 1,5 centímetros), durante esta semana tiende a medir entre 13 a 18 milímetros (es decir, entre 1,3 a 1,8 centímetros). Un crecimiento sin ninguna duda sorprendente, ¿no crees?. Se podría decir incluso que crece a la velocidad de la luz, ya que en poco tiempo alcanzará los 2 centímetros y será perfectamente visible en la ecografía.
Tiene el tamaño de una pequeña uva, y como te hemos venido comentando, durante este segundo mes de embarazo se han producido importantes cambios en el desarrollo del embrión. Por ejemplo, se han formado muchos de sus órganos, los cuales ya han empezado a funcionar, mientras que otros -así como sus sistemas primitivos- comenzarán a desarrollarse a lo largo del embarazo.
Su corazón late de forma más regular, en comparación con las primeras semanas, pero de momento continúa haciéndolo de manera muy rápida: entre 140 a 150 pulsaciones por minuto. Si tenemos en cuenta que el latido normal de una persona adulta oscila entre los 60 a 100 latidos por minuto, nos encontramos con que es prácticamente el doble. Pero no debes preocuparte: es algo absoluta y totalmente normal, que irá disminuyendo y regulándose con el paso de los meses.
Ya comienza a realizar algunos movimientos espontáneos, pero todavía es tan pequeño que aún no puedes llegar a sentirlo. Por ejemplo, empieza a agitar lo que en un futuro serán sus extremidades y también su pequeño tronco.
Y, una semana más, tanto su nariz como sus labios, párpados y piernas continúan adquiriendo la forma que tendrán en un futuro no muy lejano.
Los cambios en la mujer durante la octava semana de embarazo
Una semana más es bastante posible que los síntomas del embarazo se hagan más evidentes. Durante el final del segundo mes, tal y como posiblemente has podido comprobar ya, se hacen más evidentes molestias como las náuseas matutinas, la sensibilidad en el pecho y tener la sensación de un mayor cansancio y sueño.
Es también posible que durante estas últimas semanas tu apetito aumente, y que incluso la ropa te pueda apretar un poco, sobre todo en la zona situada alrededor de la barriga.
Para aliviar todas estas molestias te recomendamos los siguientes consejos básicos:
- Si tienes náuseas, la infusión elaborada con jengibre tomada por la mañana antes de levantarte es de gran ayuda. Especialmente si lo acompañas de un biscote integral (es mejor que sea integral porque durante las primeras semanas es común que aparezca al estreñimiento).
- Si sientes molestias y sensibilidad en el pecho lo más aconsejable es utilizar un sujetador o sostén un poco más grande, que te resulte más cómodo.
- Si la ropa comienza a apretarte un poco, aunque es cierto que aún puede ser algo pronto, puedes empezar a usar ropa un poco más cómoda. Por ejemplo, pantalones menos ajustados y con elástico.
Otra forma ideal de aliviar las molestias relacionadas con las náuseas, y sobre todo con el ardor de estómago y la digestión pesada, es comer varias veces al día y en pequeñas cantidades, lo que te ayudará a sentirte menos hinchada. Además, no te olvides de seguir una alimentación variada y saludable, incluyendo frutas, verduras frescas, cereales integrales, carne y pescado bien hechos y cocinados, frutos secos y aceites más saludables (como el aceite de oliva).
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