Vivimos en una sociedad estresada por naturaleza, en la que es poco común no sentirse nerviosos, estresados o ansiosos, sobre todo por el ritmo de vida que tendemos a llevar cada día. Es “normal” realizar nuestros quehaceres corriendo de un lado para el otro, sin apenas darnos tiempo para respirar. ¿La consecuencia? Solemos vivir con estrés, de forma que nuestras defensas se debilitan, nos resfriamos o enfermamos más a menudo, sufrimos más trastornos digestivos y estomacales como por ejemplo es el caso de la gastritis emocional (además de diarrea, estreñimiento, úlceras, colon irritable o enfermedad de Crohn), y además tendemos a envejecer más pronto.
Por todo ello, practicar la relajación cada día es fundamental a la hora de disfrutar de una mejor salud física y mental. Para conseguirlo sólo es necesario practicarla durante al menos 30 minutos. Pero antes debemos descubrir por qué es bueno practicar la relajación cada día: nos ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad, elimina la tensión muscular por lo que sufrimos menos contracturas musculares (sobre todo en la espalda y el cuello), es útil para aumentar nuestro nivel de conciencia, ayuda a tener más pensamientos positivos y aumenta nuestra resistencia a las enfermedades gracias a que refuerza nuestro sistema inmunológico. Si deseas practicar la relajación en casa, en realidad es muy fácil. Te explicamos lo que necesitas y los pasos para poder hacerlo cada día.
¿Qué necesitas para practicar la relajación en casa?
Los elementos que paso a indicarte a continuación son opcionales, aunque es cierto que son de utilidad para practicar la relajación de forma más cómoda y/o eficaz:
- Velas aromáticas o incienso.
- Música relajante.
- Ropa cómoda.
Además, es importantísimo que el ambiente esté en silencio y sea lo más tranquilo posible, que te brinde la posibilidad de relajarte sin ningún tipo de problema y además no debas realizar esfuerzos para conseguirlo. En este caso, por ejemplo, puedes escoger aquellos momentos en los que sepas que vas a estar solo/a en casa, o bien si no vives solo/a pedir a tus familiares o pareja que trate de no hacer ruido durante el periodo de tiempo que vas a estar practicando la relajación.
Cómo relajarte en casa, paso a paso
- Túmbate sobre una superficie en la que te sientas cómodo/a. Ésta debe ser rígida, pero no demasiado dura. Por ejemplo, puede ser una tumbona, un sofá… Pero debes evitar la cama, ya que podrías correr el riesgo de dormite.
- Coloca el cuerpo boca arriba. Con las piernas ligeramente entreabiertas y los brazos extendidos a lo largo y ancho del cuerpo.
- Cierra los párpados y evita moverte.
- La respiración durante la relajación es muy importante. Trata de inspirar durante 8 segundos, mantén la respiración durante 8 segundos, y luego suelta el aire que mantenías durante 8 segundos. Como ves, se trata de la técnica del 8-8-8-8, y a mi me funciona muy bien.
- Trata de mantener la mente en blanco. Pero si no puedes, fíjate en cada uno de tus músculos, tratando de concentrarte y de mantener tu atención, de forma sucesiva, en cada uno de ellos. Concéntrate en relajar cada uno de tus músculos, uno a uno.
- Ahora trata de relajar tu mente. Para ello puedes o bien mantener la mente en blanco, o si te cuesta conseguirlo pensar en aquellas imágenes que te gusten y te produzcan placer. Por ejemplo, puedes pensar en una playa paradisíaca, en el arco iris, en un cielo lleno de estrellas…
Es fundamental que la relajación dure al menos 30 minutos. Para ayudar a tu cuerpo a relajarse más rápidamente, es conveniente mantener este hábito regularmente, a ser posible cada día, en las mismas horas. De esta forma lo convertirás en un hábito tan sano como saludable.
Imagen | TNS Sofres
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