La vesícula biliar consiste en un pequeño órgano con forma de bolsa que encontramos por debajo del hígado. Como función principal se encarga de almacenar la bilis, un líquido imprescindible y necesario para nuestra digestión. Se encuentra conectada –a través de un conducto conocido como conducto cístico- a otro conducto llamado colédoco, el cual viene del hígado, donde precisamente se ha formado la bilis para luego desembocar en el intestino delgado. Sobre su funcionamiento, es muy interesante saber que, cada vez que comemos, la vesícula se contrae con el fin de eliminar la bilis, facilitando la digestión y ayudando en el proceso de absorción de los diferentes elementos nutritivos que hemos obtenido a partir de los alimentos consumidos en la dieta.
Entre los problemas o afecciones que más frecuentemente tienden a afectar a la vesícula nos encontramos fundamentalmente antes tres condiciones comunes, todas ellas relacionadas entre sí. Por un lado nos encontramos con la conocida como colelitiasis, que consiste en la formación de piedras en la vesícula, ya sea de colesterol o bilirrubina. Estas piedras pueden llegar a obstruir el conducto cístico y causar la inflamación de la vesícula. Cuando se produce infección e inflamación es conocida con el nombre de colecistitis, mientras que si alguna de esas piedras sale fuera de la vesícula y obstruye el conducto que viene del hígado es conocida como coledocolitiasis. También es muy común que esas piedras ocasionen la inflamación del páncreas, el cual es conocido médicamente con el nombre de pancreatitis.
Pero no son los únicos problemas que afectan a la vesícula biliar. También es posible encontrarnos con la presencia de pólipos, los cuales pueden llegar a aumentar de tamaño hasta el momento de producir molestias abdominales, o incluso presentar el riesgo de malignizarse.
Los síntomas de las piedras en la vesícula
Debemos tener en cuenta que una piedra en la vesícula puede no causar síntomas o presentar, sin embargo, episodios tremendamente dolorosos. Es lo que médicamente se conoce como cólicos biliares, y sus síntomas asociados suelen ocurrir sobre todo cuando las piedras se desplazan desde la vesícula a los conductos biliares.
Precisamente, es cuando las piedras no se disuelven cuando con el paso del tiempo tienden a afectar no solo a la propia vesícula biliar en sí misma, sino también al hígado y al páncreas. No obstante, en la mayoría de las ocasiones los cálculos biliares tienden a disolverse de manera espontánea y sin presentar ningún síntoma.
Pero cuando no ocurre, y no se disuelven, suelen ser las causantes de enormes ataques dolorosos, de ahí que sea útil atender a cuáles son los principales síntomas de piedras en la vesícula para atender –y tener presente- sus posibles señales:
Dolor abdominal
Suele ser muy común cuando existen piedras en la vesícula. De hecho es muy habitual que el dolor abdominal se sitúe a nivel del hemiabdomen superior derecho, el cual puede a su vez a convertirse en dolor de espalda o de hombros y dolor en el esternón.
Por lo general, el dolor abdominal tiende a sentirse de forma muy intensa, llegando precisamente a ser tremendamente doloroso.
Mala digestión
No solo digestiones pesadas o mala digestión, sino también cuando existen piedras en la vesícula que causan problemas tienden a influir en todos sus síntomas relacionados: destacan sobre todo los gases y flatulencias, la propia digestión pesada y la sensación de tener el estómago o el vientre hinchado, en especial después de haber comido.
Náuseas, mareos y vómitos
Es muy habitual que, además de digestiones pesadas o mala digestión aparezcan otros síntomas relacionados, como es el caso náuseas, vómitos y mareos. De hecho, se convierten en tres de los síntomas principales más comunes, junto con el dolor abdominal.
Fiebre
Suele ser una fiebre no muy alta, aunque tiende a surgir sobre todo cuando existe infección-inflamación.
Pancreatitis
Se produce cuando se obstruyen los conductos biliar y hepático, de manera que el cálculo bloquea la salida de los jugos pancreáticos. Como consecuencia, esto se liberan en el propio páncreas, causando daños en el órgano y ocasionando su inflamación, pudiendo lesionar el órgano gravemente.
¿Qué hacer si tengo algún síntoma de cálculo en la vesícula?
Ante la presencia de cualquier dolor a nivel del hemiabdomen superior derecho, sobre todo cuando se encuentra asociado a náuseas, vómitos o fiebre, son síntomas suficiente para acudir al médico con el objetivo de descartar la presencia de piedras en la vesícula biliar. A no ser que, claro está, la sintomatología sea aún peor y se presenten grandes ataques de cólicos, con lo cual la recomendación básica es la de ir a urgencias rápidamente.
Debemos tener en cuenta que, aunque no se trate de una condición médica grave, sí puede ser muy doloroso y a la larga causar problemas, sobre todo si dichos cálculos obstruyen el conducto biliar o el hepático. Por tanto, no es en absoluto recomendable no hacer caso de los síntomas de nuestro cuerpo, especialmente si algunas de estas señales podrían estarnos indicando la posible existencia de piedras en la vesícula.
Imágenes | roblan / piotr_marcinski
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