La obstrucción de las vías biliares es otra de las patologías o enfermedades que comúnmente afectan a la vesícula biliar, un órgano (concretamente una víscera) con forma de pera que funciona de la misma forma que lo hace un pequeño saquito, dado que su principal función es la de almacenar y acumular bilis con el fin de liberarla luego al intestino delgado cuando es requerida durante el proceso de la digestión.
Pero no es la única de las enfermedades de la vesícula biliar que tiende comúnmente a afectar a este órgano. También es habitual la aparición de cálculos biliares o piedras biliares, un trastorno que médicamente es conocido con el nombre de colelitiasis. O la propia inflamación de este órgano, que médicamente es conocido con la denominación de colecistitis.
¿Qué es la obstrucción biliar?
La obstrucción biliar consiste médicamente en cualquier obstrucción que se produzca en las vías biliares, las cuales transportan la bilis tanto del hígado y la vesícula biliar como al páncreas y el intestino delgado.
Debemos tener en cuenta que, en mayor medida, la bilis secretada por el hígado para la digestión de las grasas es liberada de manera directa al intestino delgado, pero lo que queda es almacenada en la vesícula biliar.
Tras haber ingerido cualquier alimento, la vesícula biliar libera bilis con el objetivo de favorecer tanto la digestión como la adecuada absorción de las grasas.
Sin embargo, cuando existe algún tipo de obstrucción en las vías biliares se produce un bloqueo en los distintos conductos que transportan la bilis, de manera que ésta tiende a acumularse en el hígado.
Síntomas de la obstrucción de las vías biliares
Cuando la obstrucción biliar provoca el bloqueo de algún conducto que transporta la bilis, es común que se desarrolle ictericia (la piel y los ojos se tornan amarillos), como consecuencia del aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre.
Pero éste no es el único síntoma que surge cuando existe alguna obstrucción de las vías biliares. También es posible que surjan dolores abdominales (que se sitúan sobre todo en el lado superior derecho del abdomen), picazón en la piel, náuseas y vómitos, orina turbia, heces de tonalidad pálidas, así como náuseas y vómitos.
¿Cuáles son las causas de la obstrucción biliar?
Sus causas son en realidad muy variadas, aunque la más habitual es debida a la existencia de cálculos biliares, especialmente cuando alguno de estos cálculos quiere salir de la vesícula y queda estancada en alguna de las vías biliares. De esta forma, la bilis queda interrumpida.
También existen otras causas relacionadas que pueden ocasionar la aparición de obstrucciones biliares. Te las resumimos a continuación:
- Quistes de las vías biliares.
- Inflamación de las vías biliares.
- Estrechamiento de las vías biliares como consecuencia de un proceso de cicatrización.
- Inflamación de los ganglios linfáticos situados en el hilio hepático.
- Lesiones por cirugías realizadas en la vesícula biliar.
- Tumores: ya sea de las vías biliares, del páncreas, o que se hayan diseminado a las vías biliares (metástasis).
Tratamiento de la obstrucción de las vías biliares
No hay duda que el tratamiento médico a seguir persigue el objetivo de aliviar la obstrucción biliar. Pero el tratamiento a prescribir o realizar dependerá directamente de la causa que haya originado dicha obstrucción. Así, por ejemplo, es posible la eliminación de los cálculos biliares utilizando un endoscopio.
En algunos casos es posible que se necesite realizar la extirpación de la vesícula biliar, un procedimiento médico que habitualmente se hace cuando la obstrucción se deba a la presencia de cálculos biliares.
No obstante, es posible que se necesite de cirugía para llevar a cabo una derivación y esquivar por tanto la obstrucción biliar.
Sea como fuere, debemos tener en cuenta que la obstrucción biliar debe ser corregida rápidamente, dado que en caso contrario puede provocar la aparición de una infección potencialmente mortal, la acumulación peligrosa de bilirrubina en sangre, y enfermedad hepática crónica.
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