No hay duda que la leche materna es uno de los mejores alimentos que puede y debe consumir el bebé desde el primer día de vida. De hecho, debemos decir que en realidad debería ser el único, ya que en definitiva se convierte en el mejor alimento para el lactante.
Con solo conocer y prestar atención a los beneficios de la leche materna nos damos cuentas de por qué es un alimento fundamental para el recién nacido y para el bebé: es muy rica en nutrientes esenciales tales como agua, proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales y hormonas.
Además, la leche materna lo protege frente a las infecciones gracias a su riqueza en anticuerpos, menor probabilidades de alergias y asma, disminución del riesgo de muerte súbita, disminución de sufrir diabetes u obesidad en la edad adulta, así como menor riesgo de otitis y otras enfermedades respiratorias infecciosas, además de la diarrea.
De hecho, durante los primeros 6 meses de vida la OMS recomienda la lactancia materna en exclusiva para la alimentación del bebé, siendo muchísimo más adecuado optar por una alimentación a demanda, lo que significa que lo alimentamos cuando él lo requiera. En este sentido, como es de imaginar, unos bebés lo harán precisamente más veces al día, y otros menos, de manera que los intervalos en unos serán de 2 o 3 horas, y en otros de 4. Pero no debe ser un motivo de preocupación.
Sin embargo, en aquellos momentos en los que se complementa la leche materna con leche de fórmula (esto es, leche de biberón), o cuando por alguna u otra razón ésta sustituye a la primera, son muchas las dudas que pueden aparecer en la mamá y en el papá. Una de las más comunes es la relacionada con la cantidad de leche en polvo a poner en el biberón.
Si es la primera vez que le vas a dar a tu bebé este tipo de leche, es normal que tengas esta duda.
Sea como fuere, lo cierto es que en la mayoría de los casos encontrarás en el envase de la leche de fórmula una tabla indicativa con las cantidades de leche en polvo a poner en el biberón y la cantidad de agua a añadir, dependiendo de la edad del bebé. Ya que un bebé de 1 mes no debe beber la misma cantidad que un bebé de 3 o 6 meses.
Esta tabla está basada en requerimientos medios, aunque es cierto que puede variar de un envase a otro (esto es, de una marca de leche de fórmula a otra), y de la propia indicación dada por el médico.
No obstante, a continuación te indicamos, por término medio, cuáles son las cantidades especificadas en la mayoría de los envases:
Edad del bebé |
Medidas rasas |
Agua (ml) |
Tomas al día |
0 a 2 semanas |
2 |
60 |
8 |
2 a 8 semanas |
3 |
90 |
7 |
2 a 3 meses |
5 |
150 |
5 |
3 a 6 meses |
6 |
180 |
5 |
6 meses o más |
8 |
240 |
4 |
Debes tener en cuenta que estas cantidades pueden variar de una marca a otra, y también por las indicaciones dadas por el médico. Recuerda siempre consultar cualquier duda con el pediatra.
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