La escoliosis es la curvatura lateral o anormal que se origina en la columna vertebral. Es decir, consiste básicamente en una desviación de la columna vertebral. Esta curvatura puede producirse en la zona lumbar o torácica, y en el que la columna vertebral se curva de lado a lado.
Esta afección de la columna suele aparecer en lo niños y niñas cuando se encuentran en las etapas o fases de crecimiento. No obstante, se trata de una curvatura lateral que se produce en la columna vertebral, y que en la mayoría de los casos es de carácter estructural, lo que significa que no es voluntaria ni postural.
¿Cuáles son sus causas?
Las causas por las que se produce esta afección en la columna vertebral en un alto porcentaje se desconocen exactamente, aunque entre las más habituales pueden estar los problemas genéticos, alteraciones del tejido conjuntivo o alteraciones óseas.
Hay varios tipos de escoliosis, el primer tipo de escoliosis se denomina escoliosis idiopática es la más común y se produce en niños, en adolescentes y en jóvenes.
La escoliosis congénita es la que se produce desde que el bebé nace por una mal formación en las vértebras del bebé, por afecciones genéticas.
Otro tipo de escoliosis es la escoliosis neuromuscular, este tipo de escoliosis se debe a un en el sistema nervioso que afecta a los músculos, producida por diversas causas o enfermedades como la parálisis cerebral, espina bífida, polio, distrofia muscular.
La curvatura de la columna vertebral se mide y se interpreta en grados. Se considera una curvatura importante o anormal la que supera de los 25º a 30 º. En cambio cuando la curvatura supera de 45º a 50º se consideran graves.
Los síntomas de la escoliosis
La escoliosis en los menores no suele producir dolor sin embargo en el caso de los adultos sienten dolor en la zona de la columna que está desviada. De hecho, durante bastantes años se pensaba que la escoliosis producía dolor de espalda en los niños, o más bien tendía a facilitar que éste apareciera más tarde una vez se es adulto.
Sin embargo, muchos estudios han demostrado que en realidad esto no es del todo cierto, ya que el dolor se tiende a situar en los mismos niveles que en personas que no presentan esta afección.
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De hecho, los niños tienden a no referir ninguna molestia en la mayoría de las ocasiones, aunque en la edad adulta sí que podría existir algún grado de dolor, cuando la deformidad de la columna puede conllevar a su vez diversas alteraciones en los músculos situados en la espalda, generando contracturas.
No obstante, en caso de producirse o aparecer dolores éstos aparecen sobre todo cuando están mucho rato en la misma posición, tanto sentados como de pie.
Dado que en los más pequeños la escoliosis no produce dolor, suelen ser descubiertas en las revisiones pediátricas de los niños, pues se suelen detectar con facilidad en los casos en que los síntomas sean claramente visibles como los que a continuación detallamos:
- Una cadera más alta que la otra.
- Cintura desigual.
- Un hombro más elevado que el otro.
- Un omoplato más pronunciado o prominente que el otro.
- El cuerpo lo apoyan más sobre un lado.
En estos casos el pediatra una vez hecha la revisión al niño y detectarla la afección lo remitirá al médico especialista, en este caso al traumatólogo.
¿Cómo se diagnostica?
El traumatólogo explorará la columna vertebral del menor con diferentes pruebas entre ellas la palpación de las vértebras, buscará la existencia de asimetrías entre ambos lados, mirando hombros, caderas, cintura, incluso medirá la altura de cada pie desde la cadera para ver sí miden lo mismo, la maniobra o test de Adams.
El test de Adams consiste en que el paciente se incline hacia delante inclinando la cintura, el tronco se flexiona hasta que la espalda esté paralela al suelo, el especialista se colocará de frente y comprobará si hay alguna diferencia entre un lado del cuerpo y el otro.
Otras pruebas que el traumatólogo podrá solicitar para confirmar el diagnóstico y poder medir la curvatura de la columna pueden ser una radiografía de tórax, resonancia magnética, un TAC, radiografía espinal.
En el caso de los adultos la escoliosis puede derivar en una artrosis temprana y con el paso de los años sí no se trata bien aparecen más síntomas que pueden llegar a limitar la calidad de vida de la persona afectada por escoliosis.
Cuando la escoliosis es muy grave la capacidad del tórax disminuye y llega a incidir en la función de órganos como el corazón o los pulmones alterando la función normal de estos órganos.
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¿Cómo es el tratamiento de la escoliosis?
El tratamiento en el caso de los niños es intentar corregir las malas posturas, aumentar la musculatura del tronco durante el crecimiento con fisioterapia, natación, para intentar frenar la evolución de la curvatura, en muchos casos el especialista prescribe un corsé especial con el que le ayudará a enderezar la columna vertebral debido a la presión que ejerce el corsé, hasta que finalice el crecimiento o la curvatura se corrija.
Durante este tiempo el niño pasará por continuas revisiones para ver su evolución.
El tratamiento para los adultos con escoliosis dependerá del grado de escoliosis, en los casos de escoliosis leve, el especialista puede prescribir tratamientos de tipo conservador como la electroestimulación o rehabilitación.
Cuando la escoliosis en los adultos es grave el tratamiento consistirá en corregir la desviación de la columna vertebral con la cirugía.
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