¿Has visto alguna vez una lámpara de sal? En ocasiones pasamos por delante de un escaparate de una tienda de decoración o de un herbolario y nos tropezamos con esta lámpara sumamente llamativa.
Uno de los primeros gestos que podemos tener al verla es la sensación de querer simplemente observarla. Su luz nos transmite tranquilidad y pureza. Seguidamente seguramente pensaremos esto va a venir bien para nuestro hogar simplemente como elemento decorativo.
Sin conocer sus propiedades y beneficios tan sólo su luz cálida nos hace querer llevarla con nosotros.
¿Qué es una lámpara de sal y de dónde provienen?
Se trata de una lámpara de luz tenue que está formada por piedras de sal generalmente del Himalaya (por su característico y agradable color rosado), en cuyo interior se coloca una vela o una bombilla.
Precisamente por las cualidades que posee el mineral, es conocida como una lámpara en sí misma por el hecho de que al introducir una simple vela en su parte interna, es capaz de iluminarse entera.
Suelen ser de color anaranjado y se muestran de todas las formas y tamaños. Éstas tienen beneficios positivos para la salud y el ambiente que nos rodea.
Estas piedras provienen directamente de la naturaleza y han sido utilizadas por familias menos pudientes de Europa, desde hace más de 400 años.
¿Para qué sirven y como se usan?
Estas piedras emiten iones negativos aportando equilibrio al entorno. Estos iones negativos se pegan a los positivos. Se trata de aquellos iones que ya han perdido sus moléculas de oxigeno purificando el aire.
Es importante tener en cuenta el tamaño de la lámpara, puesto que, cuánto mayor vaya a ser la habitación dónde va a permanecer, mayor ha de ser el tamaño de la lámpara ya que mayor será el espacio a poner en equilibrio.
Es aconsejable que se coloquen cerca de los dispositivos electrónicos ya que estos equipos emiten iones positivos y restan equilibro al ambiente. Siempre nos serán de ayuda sólo cuando estén encendidas.
¿De qué esta formada está lámpara?
Su formación (piedras de sal) se localiza hace 250 millones de años cuando los mares cubrían la superficie del planeta. El agua tenía menos profundidad y donde el sol evaporó el agua, quedó la sal en forma de cristales de sal.
El viento los cubrió de polvo y tierra y los movimientos terrestres los tapó con piedras y rocas. Por ello, hoy en día se extrae la sal de las profundidades de la tierra en minas.
Esta sal natural cristalizada de las minas, al contrario de la sal extraída de los mares y océano, no se encuentra contaminada.
No te pierdas: Cómo hacer tu propia lámpara de sal
Si acaso te gustara hacer tu propia lámpara de sal casera a continuación te indicamos los materiales necesarios.
Necesitaremos un bloque de sal del Himalaya de entre 2 y 5 kilos, un cuadrado o círculo de madera de unos dos centímetros de grosor y de un tamaño acorde para ser la base del bloque de sal. Además, un cable, un portalámparas y una bombilla.
¿Qué beneficios nos aporta?
Son varios los beneficios que el uso regular de las lámparas de sal nos aporta en nuestro día a día. Los más conocidos son los siguientes:
- Absorben el exceso de ondas electromagnéticas que producen los aparatos electrónicos.
- Debido a su color y suavidad de la luz, crea un ambiente lleno de calor y relajación.
- Según el Feng Shui es un elemento que transmite buen ‘’chi’’ (buena energía).
- Los iones negativos aportan aspectos positivos al organismo como a nivel circulatorio, inmunitario, digestivo y respiratorio.
- Están indicadas para personas con problemas respiratorios y alergias.
- Ayuda a eliminar la negatividad del ambiente. Cuando hay mucha tensión en el entorno aparece un charco de agua alrededor de ella ya que la sal transforma las malas vibraciones en agua.
- Es positiva utilizarla para meditar colocándola justo en frente de ti. Enciéndela, mírala y olvídate de todo lo que te rodea.
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