Beber alcohol de forma general aumenta las posibilidades de sufrir enfermedades relacionadas con el corazón, provoca hipertensión y genera el desarrollo de otras enfermedades relacionadas con el páncreas. Además, se ha demostrado que incluso beber poco alcohol aumenta el riesgo de sufrir cáncer.
Cuando se está en periodo de gestación, el alcohol debe eliminarse por completo. Así lo afirman algunas instituciones como el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y la Academia Estadounidense de Pediatría.
Algunos estudios publicados en España concluyeron que cerca de 40% de las mujeres toman alcohol en los primeros tres meses de embarazo, mientras que 1 de cada 10 lo siguen haciendo hasta los últimos meses.
Esto es un gran error, puesto que las investigaciones dan a conocer que no hay una cantidad de alcohol que se considere segura para beber en el embarazo, por tanto, es mejor no tomar nada.
Estos son los peligrosos efectos de beber alcohol durante el embarazo
Cuando hay alteraciones que se asocian al alcohol cuando hay embarazado entonces hablamos de TEAF (Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal), que se traduce en problemas graves como el Síndrome de Alcoholismo Fetal (SAF).
En este sentido, debemos recordar un estudio publicado este mismo año en The Lancet. Global Health (y titulado «Estimation of national, regional, and global prevalence of alcohol use during pregnancy and fetal alcohol syndrome: a systematic review and meta-analysis«), en el que se estima que una de cada 67 mujeres que consuman alcohol en el embarazo podría dar a luz a un bebé con el síndrome alcohólico fetal.
¿Y cuáles son sus consecuencias? Son las siguientes:
Bajo peso al nacer
Una de las consecuencias de tomar alcohol durante el embarazo es el bajo peso que se presenta en el bebé al nacer.
Parto prematuro
Otra de las consecuencias de los malos hábitos, como fumar o beber alcohol, es el parto prematuro. Un problema que acarrea consecuencias negativas y que dificulta el buen crecimiento del bebé.
Malformaciones físicas
También pueden darse malformaciones físicas en el feto, tales como rasgos faciales anómalos o bien problemas de crecimiento, pues es algo que puede ser deficiente antes y después del parto. A esto se suman los problemas con el movimiento y el equilibrio, y tener un tono muscular deficiente.
Aumento de la tensión arterial
La embarazada que bebe durante los meses de gestación puede sufrir un aumento de la tensión arterial y ello incide directamente en la salud del bebé.
Problemas de conducta
A medida que el bebé nace y crece, los niños que se han gestado mientras la madre ha bebido alcohol en el embarazo pueden tener problemas de conducta, desarrollar hiperactividad, tener problemas para concentrarse, y ser poco sociales. Ello también está relacionado con problemas de aprendizaje que, a la larga, complican a los niños en su vida diaria.
Anomalías cardíacas
El niño también puede sufrir anomalías relacionadas con el corazón y desarrollar enfermedades que pueden estar relacionadas con este problema.
Alteraciones en el sistema nervioso central del feto
Consumir alcohol en el embarazo también puede afectar al sistema nervioso central del feto y ello puede pasar aunque las embarazadas tomen una bebida por semana, pues las probabilidades de que los hijos nazcan con tales problemas son mayores si se bebe alcohol.
Ni el vino ni la cerveza son saludables
Cada vez es mayor el número de nutricionistas que se posicionan frente a la idea de que «beber un poco de alcohol es bueno, especialmente si se trata de cerveza o vino». Es el caso, por ejemplo, de Julio Basulto, reconocido nutricionista quien ya en su libro «Mamá come sano» alertó sobre las terribles estadísticas en España, en la que se ha constatado que alrededor de un 35% de las mujeres beben alcohol, alrededor de 4 de cada 10 embarazadas.
A su vez, recientemente ha sido publicado en la edición especializada Reproductive Health un estudio titulado «Prevalence of prenatal exposure to substances of abuse: questionnaire versus biomarkers«, en el que los investigadores alertan sobre el consumo tanto de alcohol como de cannabis o cocaína, ya que “aumenta el riesgo de complicaciones obstétricas y tiene serias consecuencias, no solo en el desarrollo del feto, sino que también tiene implicaciones de por vida”.
¿Qué conducta adoptar para no beber alcohol en el embarazo?
A la gran parte de las mujeres embarazas no les cuesta estar 9 o más meses sin tomar nada de alcohol. Están preservando su salud y la de su futuro hijo. Actualmente, hay cervezas sin alcohol que tienen un sabor similar a la cerveza con y que sustituyen perfectamente a las bebidas con alcohol.
Agua, zumos naturales, infusiones, tés, bebidas sin gas ni azúcar… son las mejores bebidas para el embarazo. Además, tendremos presente que también reduciremos las bebidas con cafeína.
Es necesaria una planificación en casa para evitar tomar alcohol cuando no es necesario. Una manera de hacerlo es hablar con la pareja para que también reduzca el consumo de alcohol si vemos que ello afecta a la embaraza.
Optar por un estilo de vida saludable es la mejor opción, por lo que no está de más pedir consejo al ginecólogo, visitar una nutricionista antes de quedarse embarazada y saber qué hacer en cada momento para que el embarazo sea mucho más llevadero sin tomar ni una pizca del alcohol.
La sinceridad en la consulta o clínica evita al desarrollo de muchos problemas que se pueden evitar. De manera que si la embarazada tiene un problema con el alcohol debe reconocerlo y afrontarlo como una terapia más.
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