La gripe, desde un punto de vista médico, es considerada como una infección vírica aguda, la cual se transmite fácilmente de una persona a otra causada por el virus de la influenza. Generalmente consiste en una infección de la garganta, de la nariz y de los pulmones. Y aunque existen distintos tipos de gripe, como por ejemplo la gripe porcina H1N1, las más comunes son las gripes causadas por influenza A y B.
La mayor parte de los casos ocurren durante las épocas más frías del año, preferentemente durante los meses de otoño y de invierno. Y aunque en muchos casos en realidad es confundida con un resfriado, lo cierto es que mientras que una persona puede resfriarse varias veces en un año, la realidad es que sólo contraen gripe una vez cada tantos años.
En relación a los síntomas que provoca, suele ser común confundir la gripe con un resfriado porque en realidad los síntomas son similares. No obstante, en caso de gripe sus síntomas son fiebre, dolores en el cuerpo, escalofríos, mareos, dolor de cabeza, decaimiento y náuseas y vómitos. Esos síntomas tienden a comenzar de forma súbita, para luego ir desapareciendo poco a poco.
Desde el primer momento en que aparecen los síntomas, como regla general éstos tienden a ir desapareciendo al cabo de 4 a 7 días, ya que es el tiempo que tarda el organismo en general los anticuerpos suficientes para defenderse. Por ello tiende a decirse que en realidad los tratamientos médicos no curan la gripe, sino que simplemente ayudan en el proceso a la hora de aliviar los síntomas. Es decir, se tratan de tratamientos paliativos, nunca curativos.
Fundamentalmente, los medicamentos que se prescriben en caso de gripe son:
- Analgésicos: ayudan a calmar el dolor, siendo útiles para el dolor de garganta, el dolor muscular y el dolor de cabeza. Los más comunes es el paracetamol y la aspirina, aunque muchos médicos aconsejan analgésicos que tengan 1 gr. de paracetamol, al ser más efectivos para calmar el dolor de huesos y bajar la fiebre.
- Antipiréticos: ayudan a reducir y bajar la fiebre. Los más comunes son el paracetamol y la aspirina.
- Antitusivos: ayudan calmar la tos, al inhibir el reflejo de la tos a nivel del Sistema Nervioso Central. Destaca el Dextrometorfano.
- Descongestivos: ayudan a reducir la congestión nasal (mucosidad).
A día de hoy puedes encontrar en el mercado determinados medicamentos antigripales, que como su propio nombre indica son fármacos que contienen compuestos efectivos para reducir los distintos síntomas causados por la gripe. Los podrás encontrar en sobres o en comprimidos.
Eso sí, como de buen seguro sabrás, recuerda que nunca debes automedicarte. En caso de tener gripe o resfriado, es fundamental acudir a tu médico, el cual te realizará un chequeo y te prescribirá sólo aquellos medicamentos que necesites.
Imágenes | whatleydude / Frédérique Voisin-Demery
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