Aunque no lo creas, las estadísticas dicen que tres de cada cuatro mujeres embarazadas sienten antojos a lo largo del embarazo, especialmente relacionados con la comida. Suelen de hecho ser antojos fijos y claros, que no se satisfacen con algún otro alimento que -en cualquier otro momento- podría servir como sustituto.
Forman parte del embarazo y son absolutamente normales. De hecho, se estima que alrededor de un 90% de las mujeres tienen algún antojo de al menos un tipo de comida durante la gestación. Y tales antojos son insustituibles.

Por ejemplo, si a la mujer embarazada le apetece un trozo de chocolate, una taza de helado o incluso simplemente una pieza de fruta, sentirá la necesidad de satisfacción y las ganas se convertirán además en urgente, de manera que necesitará consumirlo y ningún otro alimento servirá como sustituto.
Por otro lado, como te indicamos, por lo general los antojos en el embarazo se presentan como una necesidad de satisfacción urgente, de manera que debe satisfacerse lo más rápidamente posible. Cuando esto se consigue produce un placer especial en la mujer, pero cuando no es así la embarazada puede tornarse seria y enfadada.
Pero puede darse el caso que el antojo no sea sobre un determinado alimento en concreto (como por ejemplo un trozo de pastel o una fruta). Puede ocurrir que el antojo tenga relación con una mezcla de comida estrambótica y que en otros momentos podría aterrorizar a más de uno, como podría ser comer salsa picante a cucharadas o “disfrutar” de un plato de aceitunas y tarta de queso dulce.
¿Cuáles son las causas de los antojos en el embarazo?
Lo cierto es que los expertos no tienen del todo claro cuáles son las causas que pueden influir u ocasionar la aparición de los conocidos antojos durante el embarazo.

En su mayoría los expertos establecen tres causas relacionadas:
Revolución hormonal
Es por todos sabido que, el embarazo, supone una auténtica revolución en el organismo de la mujer, sobre todo en lo que a cambios hormonales se refiere. En este sentido, muchos expertos relacionan los cambios hormonales con la aparición de los antojos, que aparentemente tendrían relación con los cambios que se producen en los sentidos del gusto y del olfato.
Así, mientras que una mujer embarazada puede experimentar un antojo ante una determinada comida o alimento, también puede tener rechazo por otros platos.
Deficiencias nutricionales
Algunos especialistas achacan la aparición de los antojos ante la existencia de déficits nutricionales, de manera que dependiendo del déficit que exista el antojo aparecerá por un alimento u otro.
Por ejemplo, es común que el déficit de vitamina B provoque que la mujer sienta ganas de comer chocolate, la necesidad de proteínas podría estar relacionada con las ganas de comer carne, la carencia de antioxidantes como el betacaroteno podría influir en las ganas de comer zanahorias o melocotones…

Lo mismo ocurre con la necesidad de consumir ácidos grasos, y el aumento en las ganas de comer alimentos ricos en aceites naturales (como es el caso del aceite de oliva).
Posible causa psicológica
Desde un punto de vista psicológico, algunos expertos consideran que la mayor necesidad de afecto y la sensación de ansiedad que genera el embarazo tienden a ser las causas principales que ocasionarían la aparición de los antojos.
Por ello suele ser muy habitual que los alimentos que más tienden a antojarse sean los alimentos menos saludables, como sería el caso de los helados, dulces, gominolas, pasteles o el tradicional chocolate.
¿Cómo podemos reducir los antojos del embarazo?
Los antojos pueden convertirse en un serio problema cuando intentamos mantener un peso adecuado en función de nuestra complexión física, estatura y actividad física, más aún si nos encontramos siguiendo una dieta de adelgazamiento. En el caso, por ejemplo, del embarazo, esto puede ser igualmente negativo tanto para tu salud como para la de tu bebé si optas por alimentos altamente calóricos, poco nutritivos y saludables.
Aunque no hay duda de los beneficios nutricionales importantísimos que nos aportan frutas y verduras, lo cierto es que cada día es habitual sentir deseos por hincarle el diente a una bolsa de patatas fritas, a un pastel o a un bollo.
¿El resultado? Su alta cantidad en calorías vacías, grasas y por tanto en calorías, puede influir de manera negativa no solo en nuestro propio peso, sino en nuestra salud, aumentando el riesgo de sobrepeso y obesidad cuando luego ese consumo excesivo en calorías no es quemado a través de la práctica de ejercicio físico.
Evidentemente, cuando hablamos de antojos también hablamos de picar entre horas, ya que cuando no podemos controlar el apetito es bastante habitual que nuestro organismo nos pida consumir alimentos ricos en carbohidratos simples.
Si eres de los que no pueden resistirse a un antojo, sobretodo cuando lo tienes delante de tus narices, es posible que –si así lo deseas- necesites algunos consejos para reducir los antojos:
- Come 5 veces al día: si comes varias veces al día, y evitar picar entre horas, conseguirás que al llegar a la comida siguiente no tengas un hambre voraz que en definitiva influiría en que comas de manera excesiva. Puedes repartir tus comidas en el desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
- Evita tener productos poco saludables en casa: si por ejemplo vas a hacer la compra, trata de tener más en tu despensa alimentos sanos como fruta fresca, y evita comprar bollería, galletas y bombones. Te ayudará a no comerlos, precisamente porque no los tendrás en casa.
- Come despacio: es fundamental para dar a tu estómago el tiempo que necesita para procesar los alimentos, y mandar al cerebro las señales de que ya estamos saciados. Si comes muy rápido, sin embargo, tenderás a comer en exceso sin darte cuenta, y luego además sentirás pesadez y estarás más hinchado/a.
- En caso de antojo… hazlo tu mismo/a: sólo de manera puntual, si no puedes evitar un antojo siempre es más recomendable elaborar el postre tú que comprarlo, ya que sabrás qué ingredientes usarás en la receta (siendo muy común que estos sean naturales, y por tanto mucho más saludables).
- Reduce tu ansiedad y estrés: ¿sabías que cuando sientes ansiedad o estrés es muy común que utilices como desestresante un buen bollo, pastel o comas muchos bombones? El motivo se lo debemos sobretodo a la liberación de grelina, una hormona liberada en el estómago que nos provoca unas ganas terribles de comer más.
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