Cuando se piensa en buscar un hijo o surge un embarazo, la mujer debe saber que, tanto su cuerpo como su mente cambiarán y empieza una etapa diferente en la que hay que cuidarse.
Antes de quedarse embarazada es vital saber qué se debe comer, qué hábitos seguir y cómo mantener la línea durante la etapa de embarazo.
Consejos útiles para cuidar tu línea durante el embarazo
Visitas al ginecólogo y nutricionista
Antes y durante el embarazo, las visitas al ginecólogo serán frecuentes para comprobar que todo vaya correctamente. No sólo se comprobará el estado del futuro bebé sino también el de la madre, realizando controles exhaustivos en cada etapa de embarazo.
Al mismo tiempo, se puede pedir cita a la nutricionista que marcará las pautas a seguir sobre lo que se debe comer en estos meses.
Control de peso y chequeos
Como hemos avanzado, en las visitas a la clínica se realizan todos los controles necesarios para estimar que la madre se alimenta correctamente y su salud es buena. Por ello, se pesa a la mujer en cada etapa y en otros controles para saber si, por un lado, el peso es regular o, de lo contrario, se está cogiendo demasiado peso, algo que puede ser perjudicial, tanto para la madre como para el niño.
Como norma general, las mujeres suelen engordar unos 12 kg más de peso al final del embarazo, siendo de un kilo o dos cada mes. Pero ello depende de cada persona porque puede variar, según diversas circunstancias.
La alimentación, fundamental
Para mantener la línea en el embarazo no se debe comer menos, pero tampoco demasiado. Es decir, se deben seguir unas pautas cuya base es comer de forma saludable dentro de lo normal. La dieta es, por tanto, la que ya llevábamos antes si comíamos bien, junto a vitaminas y otros complementos siempre que lo recomiende el doctor.
La dieta mediterránea, por ejemplo, es perfecta para comer de forma saludable pero sin aumentar de peso. Los lácteos, los cereales, las frutas, el pescado, la carne (hecha) y verduras y legumbres son suficientes para estar bien. En esta etapa es mejor no hacer dieta, pero si prevemos que vamos a engordar demasiado, entonces, la dieta debe estar pautada por los médicos.
Ejercicios hasta el final del embarazo
Para mantenerse en forma y no aumentar quilos, el deporte será un gran aliado. Hay quien piensa que, durante el embarazo, es mejor reposar y no moverse, pero más lejos de la realidad. A menos que el médico lo haya recomendado, por tratarse de un embarazo de alto riesgo, es bueno y se debe estar en forma yendo al gimnasio y controlando los movimientos y la respiración.
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A medida que el embarazo se hace más pesado, no valen los esfuerzos algo continuados, pero entonces podemos optar por andar, hacer natación, ejercicios de Kegel, pilates para embarazadas y otros que ayudan a estar relajada y favorece la elasticidad de los músculos al momento del parto.
Máxima hidratación
En esta etapa debemos controlar también lo que bebemos. Alcohol al margen, es mejor dejar a un lado las bebidas con azúcar y gas, pues lo único que conseguirán es hincharnos y aumentar de peso.
El agua es la mejor bebida porque ayuda a estar hidratada durante el embarazo. En esta etapa se pierde más agua de lo normal, y así se evitará la retención de líquidos, además de eliminar toxinas del organismo.
Aumentar los hábitos saludables
Determinados hábitos como dormir bien y descansar también ayudan a llevar una vida saludable. Dormir una media de 8 horas suele ser la tónica dominante, pero en el embarazo es importante descansar algo más, como hacer alguna siesta, y dormir de lado, pues es altamente saludable para la barriga y el bebé.
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Aunque muchas cosas van a cambiar hemos de intentar llevar una vida ordenada y seguir con las mismas rutinas que antes. Un cambio de hábitos puede hacer que la dieta esté descontrolada y el aumento de peso tenga lugar antes de lo que uno piensa.
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