Nuestros riñones son dos órganos que como principal función se encargan de la depuración de nuestro organismo, ayudando en la eliminación de toxinas y de todos aquellos líquidos y desechos que ya nuestro cuerpo no necesita.
Por tanto, los riñones son -junto con el hígado- los principales órganos de depuración y eliminan los desechos que nuestro organismo no necesita. En este sentido, la sangre circula varias veces al día a través de ellos, y de esta forma filtran las sustancias útiles que son devueltas a la sangre, y dejan las inútiles para que puedan ser posteriormente eliminadas.
Se convierten de hecho en uno de los principales filtros de nuestra sangre, los cuales la depuran reteniendo aquello que nuestro organismo sí que puede aprovechar, y eliminando solo aquello que el cuerpo debe desechar a través de la orina.
Pero en determinadas ocasiones es posible que la salud de nuestros riñones se debilite, no funcionando correctamente. Puede ocurrir en caso de determinados trastornos (como pueden ser cálculos renales o poliquistosis renal), o cuando se abusa demasiado de la sal o del alcohol. Todo ello puede causar que los riñones no funcionen bien, provocando un aumento de la creatinina, que se caracteriza por ser uno de los principales indicadores del funcionamiento de estos dos órganos.
Aumentar la hidratación de nuestro organismo
Es aconsejable beber cada día entre 1,5 a 2 litros de líquidos, dado que de esta forma ayudaremos a nuestros riñones a funcionar mejor y a depurar las toxinas que no necesitamos.
Podemos aumentar estos beneficios si optamos por incluir infusiones y tés depurativos, que aumentan y mejoran la capacidad de los riñones en este sentido.
Evitar el consumo excesivo de sal
Uno de los principales enemigos de los riñones es la sal, sobretodo cuando se consume de forma excesiva. Causa un aumento de la tensión arterial, que a la larga se traduce en un mal funcionamiento de nuestros riñones.
Por ello, siempre la mejor opción es buscar alternativas a la sal naturales, como especias o hierbas culinarias que aporten sabor a nuestras comidas sin ser perjudiciales para nuestra salud.
Evitar las comidas muy condimentadas
Lo más imprescindible es seguir una dieta lo más equilibrada posible, rica en alimentos saludables y naturales como frutas, verduras y hortalizas frescas. Además, estos alimentos son ideales porque aportan fibra y agua.
Controlar la tensión arterial
No hay un mayor enemigo para cuidar los riñones que la hipertensión arterial. De ahí que sea imprescindible que si se ha diagnosticado una tensión arterial alta, se controle o bien con medicación (prescrita siempre por el médico), o siguiendo un estilo de vida saludable, además de reduciendo la sal en nuestras comidas y aquellos alimentos más ricos en sodio.
También es útil depurar los riñones al menos una vez al año, dado que mejoraremos su función y mejorará igualmente nuestra salud.
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