Los riñones, al igual que el hígado, son de los órganos primordiales a la hora de limpiar el organismo, ayudando al cuerpo en la eliminación de toxinas y en la propia depuración en sí del mismo, por lo que la depurar los riñones al menos una vez al año es una práctica muy recomendada.
La sangre circula varias veces al día a través de ellos, y de esta forma filtran las sustancias útiles que son devueltas a la sangre, y dejan las inútiles para que puedan ser posteriormente eliminadas.
No obstante, se debe evitar el consumo exagerado de alcohol y de la sal, así como el consumo frecuente de los antibióticos, ya que dañan los riñones con el paso de los años.
Y cuando los riñones están dañados, no pueden filtrar correctamente y eliminar, por ende, las diferentes sustancias tóxicas para el organismo.
Pautas para depurar los riñones
Los riñones pueden ser depurados, al menos, una vez al año, y lo más recomendable en un primer momento es tratar de evitar aquellos alimentos que –sabemos- son perjudiciales para los mismos.
Debemos evitar en primer lugar, por ejemplo, el exceso de sal, proteínas, alimentos con residuos ácidos (como las lentejas, nueces, café, alcoho, las ciruelas o los arándanos), alimentos con alto contenido en purinas (sardinas, arenque, veiras, anchoas, embutidos, legumbres y vísceras) y aquellos alimentos con alto contenido en potasio (espinaca, apio, batata, achicoria, naranja, repollo y patata).
Eso sí, existen una serie de consejos vitales que nos pueden ser de gran ayuda a la hora de depurar los riñones:
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Tomar de 2 a 3 litros diarios de agua.
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Comer alimentos diuréticos, como por ejemplo los espárragos (que fuerzan la diuresis), piña, alcachofa, berros, brócoli o cebolla, por citar sólo algunos ejemplos.
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Tomar té e infusiones diuréticas ayudan también en la depuración de los riñones. Son buenas por ejemplo el perejil, el diente de león, el anís, el muérdago y la arenaria roja.
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Tener en cuenta comer frutas y verduras, así como vegetales (a excepción de las ya nombradas), destacando el consumo de aquellos alimentos que dejan residuo alcalino, como las castañas, la leche, la almendra, y la remolacha.
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