Hace pocos días conocíamos que después de casi 30 años (28 para ser precisos), se había registrado en España el primer caso de difteria desde el año 1987. Ocurrió en Olot, donde un niño de 6 años se encuentra ingresado en la UCI del Hospital Vall d’Hebron (Barcelona) en estado grave después de haber sido diagnosticado de difteria.
Como te comentamos, se trata del primer caso de esta enfermedad infecciosa y grave que se detecta en nuestro país desde el año 1987. Y como ha confirmado el propio Departamento de Salud de la Generalitat, el menor no estaba vacunado, a pesar de que la inmunización contra esta enfermedad se consigue de forma efectiva por medio de la vacunación.
La difteria consiste en una enfermedad infecciosa aguda causada por el contagio de la bacteria Corynebacterium diphtheriae, también conocida con el nombre de bacilo de Klebs-Löffler, la cual fue originalmente descubierta en el año 1884 por Edwin Klebs (patólogo) y por Friedrich Löffler (bacteriólogo). Se trata de un bacilo no capsulado, carente de movilidad y no esporulado, el cual forma cultivos con agrupaciones ramificadas.
¿Cómo se contagia la difteria? ¿Cuáles son sus causas?
Se trata de una infección aguda que se contagia propagándose a través de las gotitas respiratorias que se generan con los estornudos o con la tos de una persona infectada, o bien a partir de alguien que porte la bacteria pero no tenga síntomas.
Una persona infectada puede contagiar la difteria hasta dos semanas después de infectarse, de ahí que la prevención tras el contagio sea fundamental para evitar la propagación de la enfermedad.
Este bacilo causa una infección que afecta a las vías respiratorias altas (nariz y garganta), pudiendo a su vez generar daños en otros órganos, como por ejemplo el cerebro y el corazón.
En relación a las causas de la difteria, debemos destacar la presencia de una serie de factores de riesgo que influyen en su aparición/contagio: falta de vacunas o falta de vacunación, ambientes de hacinamiento y higiene deficiente.
¿Cuáles son los síntomas de la difteria?
Los síntomas comienzan a aparecer entre los días 1 a 7 después de que la bacteria entre en el organismo de la persona contagiada (es decir, entre el primer y el séptimo día).
Sus síntomas son en realidad muy amplios causando: dolor de garganta, úlceras en la piel, problemas para respirar, coloración de la piel azulada, escalofríos, tos parecida a la de crup, babeo cuando está a punto de producirse una obstrucción de las vías respiratorias, fiebre, ronquera y dolor al deglutir.
Es característico de esta infección la aparición de una especie de seudomembrana o cubierta de color gris a negro, dura y fibrosa capaz de obstruir las vías respiratorias. Sin embargo, cuando la difteria infecta la piel primero causa lesiones cutáneas.
¿Cómo es el tratamiento de la difteria?
El tratamiento más eficaz consiste en la administración de la antitoxina diftérica, la cual es administrada como una inyección intramuscular, o bien a través de una vía intravenosa. Una vez administrada la antitoxina se trata la infección con antibióticos (como por ejemplo con eritromicina y penicilina).
Es muy habitual que se recomiende permanecer en el hospital con el fin de administrar oxígeno si fuera necesario, monitorear el corazón y corregir posibles obstrucciones de las vías respiratorias.
La difteria puede ser leve o grave, de manera que las personas pueden llegar a morir sobre todo cuando la enfermedad afecta al corazón. Por tanto, la vacunación de los niños es fundamental para su prevención, dado que al ser inyectada activa las defensas naturales del organismo frente a ella.
Imágenes | Sue Clark / Army Medicine
Comentar