El hígado puede ser fuente de todo tipo de afecciones y enfermedades que pueden afectar gravemente a nuestra salud y bienestar. De hecho, no debemos olvidarnos de algo fundamental: el hígado es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, ya que participa en infinidad de funciones básicas.
La mayoría de ellos pueden aparecer por no llevar una dieta rica y saludable o también debido a la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas. También puede aparecer por simplemente la aparición de todo tipo de procesos víricos o algunas disfunciones metabólicas como la hemocromatosis.
De una forma u otra, es importante conocer con sumo detalle las principales enfermedades hepáticas que existen para que así conozcamos los síntomas y el tratamiento que se le puede dar en la mayor brevedad posible. Aunque para ello, habrá que consultar antes a nuestro médico:
Enfermedad hepática o cirrosis
Esta enfermedad hepática es una de las más comunes en los países desarrollados, conocida médicamente con el nombre de cirrosis hepática. Alrededor de treinta mil personas al año mueren por esta afección y de ahí que sea muy importante atajarla cuando aparezcan los primeros síntomas.
Esta se caracteriza por que el hígado es incapaz de procesar grandes cantidades de alcohol provocando un desequilibrio químico dentro de las cavidades de este órgano.
Esto después se traduce en que las células del mismo se destruyen poco a poco. Todo este proceso se puede dividir en tres fases claramente diferencias:
- Hígado sumamente graso. Uno de los primeros síntomas de esta enfermedad es la aparición de un higado graso. Si se quiere revertir, lo mejor que se puede hacer es eliminar cualquier consumo de alcohol.
- Hepatitis alcohólica breve. Aquí se producen un aumento de las transaminasas. También se puede prevenir esta situación con la abstinencia de cualquier bebida alcohólica.
- Cirrosis grave. Todas aquellas personas que consumen entre 150 y 200 gramos de forma diaria durante al menos una década, es muy probable que puedan sufrir cirrosis. Esto les puede provocar incluso cáncer de hígado e incluso la muerte.
Enfermedad hepática vírica
Los virus en el hígado también se pueden presentar de formar muy diferentes. Es por ello por lo que a cada uno de ellos se ha asignado una letra a cada una de estas enfermedades víricas:
- Hepatitis A. Esta se suele transmitir de personas que están completamente sanas y entran en contacto directo con otras infectadas por este virus. Esta enfermedad se vincula a la falta de higiene personal, saneamiento deficiente o la ingestión de comida en mal estado.
- Hepatitis B. Huelga decir que la hepatitis B es una infección que conlleva un riesgo de muerte muy alto o incluso la aparición de cáncer de hígado. Según la OMS, esta enfermedad es considerada como una de las más graves a nivel mundial. Y suele aparecer sobre entre las poblaciones de Asia Oriental y el África subsahariana. Se suele trasmitir de madres a hijos durante el periodo de gestación o a través del contacto entre ambos durante los primeros años de vida.
- Hepatitis C. Este tipo de hepatitis también se suele coger a través de alimentos el mal estado o a través del contacto de la sangre entre dos personas. También se puede dar por la intoxicación de agujas infectadas o incluso al mantener relaciones sexuales.
- Hepatitis D. Al igual que la anterior, este es un proceso vírico que también puede aparecer por el contacto de fluidos sanguíneos o por transmisión sexual. Entre sus síntomas más comunes, están fiebre alta, amillaramiento de la piel y ojos y orina de un tono demasiado oscuro.
Hemocromatosis y enfermedad de Wilson
Aparte de las dos enfermedades descritas arriba, hay otra que es enteramente hereditaria y por tanto solo se transmite de padres a hijos. Un claro ejemplo de este so ve con la que se llama hemocromatosis hereditaria (HH) y se caracteriza sobre todo por un aumento de la absorción de hierro a través de todo el intestino. Esto puede derivar después en graves casos de cirrosis, cardiopatía o diabetes.
Por su parte, la enfermedad de Wilson se caracteriza por un cúmulo excesivo de cobre en el hígado. Esto provoca irremediablemente un mal funcionamiento en el mismo. Y entre sus síntomas más claros cabe destacar insuficiencias respiratorias o la aparición de otras enfermedades hepáticas.
Por otra parte, también existen otras enfermedades del hígado -así como determinados trastornos y patologías- que igualmente destacan por ser comunes, aunque quizás menos conocidas que las anteriores. Puedes saber más sobre ellas a continuación:
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