Si existe un órgano fundamental para la vida, que se encarga y participa en más de 100 funciones, y que de hecho más tiende a sufrir según el estilo de vida o los hábitos que sigamos, ese es el higado. Se trata del órgano más voluminoso, y precisamente uno de los más importantes por su vital actividad metabólica.
Es más, el hígado se encarga de desempeñar funciones únicas y vitales para la vida, entre las que destacan funciones tan importantes e imprescindibles como la síntesis de proteínas plasmáticas, almacena vitaminas y glucógeno, produce urea a partir del nitrógeno de los aminoácidos, almacena y libera el azúcar a la sangre, sintetiza los ácidos grasos y almacena las grasas que aportan los alimentos que consumimos, entre otros. Pero aunque se encargue del almacenamiento de grasas existe una afección muy común tremendamente relacionada, conocida con el nombre de higado graso.
Pero también se encarga de una función igual de fundamental: la importantísima función desintoxicante, eliminando de la sangre las distintas sustancias que pueden ser nocivas y peligrosas para nuestro organismo, transformándolas en otras sustancias inocuas.
A pesar de que el hígado se hace cargo precisamente de desintoxicar nuestro organismo, eso no significa que sea un trabajo inocuo. Es más, la mayoría de fármacos y medicamentos que consumimos habitualmente y cada día pueden ser nocivos para el hígado, llegando a producir daños y problemas en este importante órgano.
De hecho, ¿sabías que existen más de 900 fármacos que dañan el hígado? Todos estos medicamentos, tras su consumo, tienden a desencadenar hepatotoxicidad, que puede cursar en hepatitis, que médicamente consiste básicamente en la inflamación del hígado (que puede ser causada a su vez por otras causas como virus, el consumo de alcohol y un exceso de grasas). Es lo que se conoce como hepatitis tóxica o simplemente hepatitis por fármacos.
Conociendo un poco más sobre la hepatitis tóxica
La hepatitis tóxica consiste básicamente en la inflamación del hígado como consecuencia del consumo de determinados fármacos y medicamentos que dañan el hígado, y que finalmente original o causan su inflamación.
Se relaciona especialmente con el consumo de fármacos, aunque como indicábamos también puede ser causada por el consumo de sustancias o productos químicos y por el alcohol.
El motivo lo encontramos precisamente en una de las funciones vitales que realiza el hígado en nuestro cuerpo: el proceso de desintoxicación. Y es que el hígado trabaja continuamente eliminando la mayoría de medicamentos y productos químicos de la sangre, de manera que el daño puede producirse a partir de una reacción alérgica, o como consecuencia de un fallo en la cadena de transformación debido a un defecto genético de las sustancias o enzimas encargadas de llevar a cabo el metabolismo.
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En este momento, a pesar de la gran capacidad de regeneración que posee el hígado, la exposición constante a este tipo de sustancias tóxicas puede causar graves daños al hígado, en muchos casos irreversibles. Y es el punto en el que esa sustancia tóxica se acumula en el hígado y lo inflama.
¿Qué medicamentos causan daños en el hígado?
Aunque es cierto que muy pocos fármacos o medicamentos dañan lo suficiente al hígado como para ocasionar síntomas, tales como dolor abdominal, ictericia o prurito, la realidad es que muchos de los fármacos que consumimos cada día pueden afectar la funcionalidad del hígado y producir lesiones.
Es el caso del paracetamol, sobre todo cuando es consumido en exceso (cuando se superan los 3 gramos por día), comúnmente utilizado para aliviar dolores asociados a gripes o catarros, y que puede ocasionar lesiones hepáticas graves, originando la aparición de una hepatitis aguda.
Los antibióticos (entre los que se encuentran la amoxicilina-clavulanico, eritromicina, etc.) pueden también causar daños en el hígado e inflamación, al igual que ocurre con los antiinflamatorios, entre los que nos encontramos con fármacos tan consumidos como el ibuprofeno o el naproxeno. Ocurre lo mismo con el ácido acetilsalicílico (aspirina), el diclofenac, la clorpromazina, el alopurinol o la carbamazepina.
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Pero también existen otros medicamentos comunes que pueden causar daño hepático, y probablemente no lo sepas. Es el caso de las estatinas, que son medicamentos prescritos para disminuir los niveles de colesterol elevado. O las píldoras anticonceptivas, habitualmente consumidas por muchas mujeres cada día.
En resumen, estos son algunos de los medicamentos más consumidos que sí pueden causar daño e inflamación en el hígado:
- Paracetamol: es un fármaco con acción analgésica y antipirética, útil para calmar el dolor en caso de malestar general y dolor muscular. Es muy usado en caso de gripe y resfriado, especialmente cuando no cursen con inflamación. También cuando hay fiebre.
- Antiinflamatorios: entre ellos se encuentra el más conocido, el ibuprofeno, y también otros como el naproxeno sódico, entre los que encontramos el antalgin. En el caso del ibuprofeno, por ejemplo, no solo es antiinflamatorio, también analgésico.
- Antibióticos: son fármacos útiles para tratar infecciones de origen bacteriano (esto es, causado específicamente por bacterias).
- Estatinas: medicamentos utilizados para disminuir el colesterol elevado.
- Píldoras anticonceptivas: fármacos que ayudan a prevenir el embarazo por su contenido en determinadas hormonas que impiden la liberación de óvulos de los ovarios, impidiendo la ovulación.
No obstante, en la mayoría de las ocasiones debemos tener en cuenta que este tipo de sustancias originan daño hepático no porque sus moléculas sean más dañinas, sino porque precisamente son los medicamentos más consumidos, aumentando por tanto la probabilidad de causar hepatotoxicidad.
¿Qué hacer para disminuir el daño al hígado por el consumo de medicamentos?
Es de vital importancia acudir al médico si tras tomar algún fármaco o medicamento surgen molestias o síntomas como malestar general, inapetencia, cansancio y orina oscura, e indicarle qué medicamento hemos tomado y cuál ha sido el que precisamente haya podido ocasionar esa reacción.
Por otro lado, también existen algunos consejos útiles que pueden sernos de gran ayuda a la hora de disminuir al máximo el posible daño que podrían causarle al hígado este tipo de fármacos:
- Evita la automedicación: Es fundamental evitar consumir medicamentos sin la debida prescripción o consejo médico.
- Si ya tomas medicamentos bajo prescripción médica: Consulta a tu médico si vas a iniciar el consumo de algún suplemento o complemento nuevo.
Y para terminar, te aconsejamos leer el artículo para seguir los pasos para desintoxicar el hígado, útil para cuidar tu hígado de forma natural y protegerlo.
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