El cáncer de hígado, también conocido más técnicamente como hepatocarcinoma se trata de un tumor que se produce en el higado, el cual suele aparecer en más varones que mujeres a partir de una edad superior de 65 años. El más común es el carcinoma hepatocelular, pero no es el único.
Se trata del quinto cáncer más frecuente y la cuarta causa de muerte en todos los que padecen esta enfermedad. Se caracteriza por tener una incidencia muy diferente según en las distintas regiones del planeta que aparezca.
Sus picos más altos se suelen dar sobre todo en Japón, Asia, y la África subsahariana. Aunque es los países más desarrollados como EEUU, Canadá y países nórdicos en general, su incidencia es mucho menor debido a los avances médicos y la previsión en los diagnósticos.
¿Qué es el cáncer de hígado?
Antes de descubrir en qué consiste el cáncer de hígado (o hepatocarcinoma), es interesante conocer que el hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo, el cual realiza una amplísima variedad de importantes funciones, de ahí que sea también considerado un órgano vital y sumamente importante.
Entre otras importantísimas funciones del higado, podemos mencionar que se encarga de la eliminación de toxinas y determinadas sustancias (como por ejemplo medicamentos), de la digestión de los alimentos y sus grasas, así como de almacenar energía.
Dicho esto, el cáncer de higado es un cáncer que se origina en las células del hígado. Y, precisamente, cuando el cáncer se origina en este órgano es cuando es conocido con el nombre de cáncer primario de hígado. No obstante, existe más de una clase de cáncer de hígado primario.
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Una vez que hemos conocido en qué consiste el cáncer de hígado, vamos a hablar extensamente de cuáles pueden ser sus causas.
¿Cuáles son las causas del cáncer de hígado?
- Cirrosis hepática. Sin duda una de las causas más frecuentes por las que puede aparecer un cáncer de hígado. Esta enfermedad crónica se caracteriza por la destrucción de todas las células, algo que provoca cambios en toda la estructura del hígado junto a sus funciones más básicas.
- Higado graso. Es una causa habitual, especialmente si tenemos en cuenta que se trata de una patología tremendamente común. No obstante, la realidad no es que el higado graso cause el cáncer de hígado, sino que si se deja progresar esta patología tiende a causar fibrosis y luego cirrosis, y de ahí a cáncer.
- Las toxinas que provienen del hongo ‘aspergillus’ se pueden encontrar en multitud de alimentos que no se han conservado adecuadamente. Si se ingieren, esto puede provocar después un claro caso de cáncer de hígado.
- Hepatitis. En especial la B y la C, estas dos enfermedades también pueden derivar después en un cáncer de hígado. En el caso del VHB (el más común en el mundo occidental) es muy importante vacunar a todos los recién nacidos contra este virus con el objetivo de que no tengan que sufrir de un tumor en el futuro.
- Ingesta masiva de alcohol. Aunque no tiene efectos cancerígenos por sí mismo, sí puede duplicar las posibilidades de sufrir un cáncer de hígado a aquellos que superen el consumo de 100 gramos de alcohol al día.
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Síntomas del cáncer de hígado
Ahora que ya hemos conocido en profundidad en qué consiste el cáncer de hígado, a continuación haremos un análisis detallado de sus síntomas más significativos. En primer lugar, cuando cualquier persona padece de este tumor, es normal que sufra un fuerte dolor en la zona derecha del abdomen, justo debajo de las costillas.
Esto puede provocar después una claro caso de ascitis. Esto significa que se va acumulando líquido en toda esta región que puede provocar un gran sufrimiento en el paciente. Así mismo, otros de los síntomas más claros del cáncer de hígado es la ictericia, es decir el amarillamiento de los ojos y la piel debido a la excesiva segregación de bilirrubina. Esto se puede extender también a la orina y las heces.
También cabe destacar que esta enfermedad hepática provoca una sensación de debilidad general, pérdida de apetito y peso junto a unas fuertes nauseas después de ingerir cualquier alimento. Todo esto se traduce después en una fiebre alta y por tanto es de suma importancia ir al médico en la mayor brevedad posible para que así que actúe en consecuencia y ponga el tratamiento más adecuado al paciente.
¿Qué tratamiento hay para el cáncer de hígado?
Si el cáncer en cuestión ya se encuentra en un estado avanzado, la verdad que existen pocos medicamentos o remedios naturales para frenar en seco el tumor. Por ello, no habrás más remedio que hacer usar otros métodos más agresivos:
- Trasplante de hígado. Es sin duda una de las opciones más efectivas ya que “extirpa” la lesión de raíz. Aunque solo se recomienda realizar un trasplante si el tumor tiene una longitud igual o mayor a unos 5 cm. Aunque claro, siempre habrá que encontrar un órgano que sea compatible con el paciente, un proceso que puede ser lo más largo debido a la poca oferta que existe.
- Ablación. Se trata de una práctica que consiste aplicar un fuerte chorro de color directamente sobre la zona afectada. Lo bueno de esta opción es que tiene una respuesta realmente positiva en casi todos los pacientes y apenas tiene efectos secundarios.
- Radioterapia. La radioterapia solo tiene una tasa de respuesta real de un 25% en todos los pacientes, por lo que no es el método más efectivo que existe para eliminar el cáncer de hígado.
- Medicamentos moleculares. Con el avance de la medicina han aparecido todo tipo de fármacos moleculares que se toman por vía oral. Tienen una tasa de respuesta de un 40% y apenas dejan toxinas en el organismo.
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