Nos encontramos casi a las puertas del comienzo de la primavera, una estación que llegará oficialmente el día 23 de marzo a nuestro país, y que siempre suele venir acompañada de las temidas alergias primaverales.
Un trastorno bastante más común de lo que se piensa, que afecta a millones de personas en nuestro país (se estima que afecta a cerca del 15% de los españoles), y que -de hecho- cada año se diagnostican más casos de alergia al polen.
Lo cierto es que, aunque realmente existen síntomas de alergia al polen bastante claros, en muchas ocasiones es fundamental acudir a nuestro médico para que nos confirme si somos alérgicos y a qué sustancia. Solo de esta forma tendremos la certeza de si somos alérgicos al polen, y nos prescriba un tratamiento adecuado si la alergia es grave.
¿Por qué aparece la alergia al polen?
La alergia al polen aparece como resultado de una hipersensibilidad de nuestro organismo, el cual interpreta como amenaza una sustancia inocua, como es el polen.
Aunque existen diferentes tipos de polen que pueden ser causa de alergia, las más comunes son las gramíneas, que originalmente aparecen entre los meses de abril y julio, con una incidencia mayor en mayo.
Síntomas de la alergia al polen
- Molestias en los ojos: lagrimeo, picor y conjuntivitis, entre otros.
- Molestias en la nariz: estornudos, moqueo y picor.
- Problemas respiratorios: como tos o asma.
- Malestar general: la persona puede sentirse cansada, e incluso tener fiebre.
¿Cómo aliviar la alergia al polen?
Uno de los principales consejos que se pueden dar a la hora de aliviar la alergia al polen es, sobretodo, tratar de alejarse de la sustancia causante de la alergia.
En una estación como la primavera es complicado, más aún cuando en estos meses el buen tiempo invita a salir al exterior y disfrutar de un poco de sol.
Por tanto, más que acudir a jardines, parques o al campo, lo mejor es tratar de ir a la playa en caso de que tengas la posibilidad de elegir, dado que en estos lugares la presencia de polen es muchísimo menor.
También es aconsejable aumentar las defensas y reforzar el sistema inmunológico, puesto que esto no es solo fundamental contra gripes o resfriados, sino útil para potenciar las defensas y así combatir las molestias de la alergia al polen.
Imagen | alastairvance
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