La ascitis consiste básicamente en la excesiva acumulación de líquidos entre el espacio que existe entre el abdomen de la persona y los órganos que hay en esta misma zona. Las causas de esta afección son provocadas por la hipertensión arterial que se produce dentro del higado y la ausencia de una sustancia denominada como albúmina.
La ascitis puede venir precedida de multitud de virus y enfermedades que tienen que ver con el hígado como la hepatitis C y B, y que finalmente pueden derivar en una cirrosis hepática. O incluso con la ingesta masiva de alcohol durante largos años.
Causas de la ascitis
Como te comentábamos anteriormente, existen una serie de causas comunes que pueden ocasionar la aparición de la ascitis, como es el caso, por ejemplo, de la hepatitis.
Aunque las causas más graves de esta afección pueden ser de lo más variadas:
- Multitud de cánceres. Que van desde el cáncer de apéndice de colon, hígado, páncreas, útero u ovario.
- Insuficiencias cardiacas. Estas pueden ir desde arritmias o infartos crónicos a cierta edad.
- Inflamación del páncreas: La inflamación del páncreas, como es el caso de la pancreatitis, también puede derivar después en un claro caso de ascitis.
- Trombosis en las venas del hígado. Los coágulos de sangre en este órgano también provoca cuadros de ascitis.
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¿Cuáles son los síntomas de la ascitis?
Siguiendo el hilo de otros artículos, a continuación os vamos a hablar de los síntomas que pueden aparecer con la ascitis, que sobre todo se agravarán si la cantidad de líquido en el abdomen es cada vez mayor.
En primer lugar, un síntoma muy común de la ascitis es la aparición de un dolor muy punzante por toda la zona abdominal. Mientras este síntoma se va agravando, pues este proceso puede incluso repercutir negativamente en el funcionamiento correcto del hígado.
Para prevenir estos síntomas, es muy importante ir al médico en la mayor brevedad posible. Será ahí donde seguramente se tome una muestra de orina para después realizar un posterior análisis. A esto se le suele acompañar una ecografía del abdomen y otras pruebas médicas para saber si tanto el hígado como los riñones funcionan de manera correcta.
Por último, también es posible que el médico recomiende realizar una diminuta escisión en el abdomen a través de una aguja para así eliminar la acumulación excesiva de este líquido de manera más drástica.
¿Qué tratamiento posterior hay para la ascitis?
Si deseamos que la ascitis “pase a mejor” vida, pues obviamente habrá que llevar a cabo un tratamiento muy específico que tendrá que ver con llevar un estilo de vida mucho más saludable en todos los sentidos.
Para ello, hay que tener en cuenta los siguientes consejos que os exponemos a continuación:
- Reducir la sal en nuestra dieta. El sodio que hay sal puede provocar ascitis. Por tanto, se recomienda no sazonar demasiado los alimentos con este ingrediente tan común. Lo mismo se debe hacer con las comidas demasiado picantes.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas. Bebidas como la cerveza o el vino son también “grandes aliados” ante la aparición de ascitis. De ahí que sea muy recomendable reducir su consumo.
- Ingesta de alimentos diuréticos. De esta forma se propicia la eliminación de líquidos de manera natural. Existen multitud de alimentos diuréticos en forma de verduras como la alcachofa o el apio. Y otras en forma de frutas como el kiwi o la pera.
- Antibióticos muy específicos. Existen medicamentos que tratan de manera directa la ascitis. Aunque antes de ingerirlos habrá que ponerse en contacto con nuestro médico de cabecera.
- Vacunas contra la hepatitis. Al principio del artículo, os comentamos que la ascitis puede venir precedida de distintos tipos de hepatitis. Ante esto, lo mejor es vacunarse ante estos virus hepáticos para que así no tengamos que sufrir sus consecuencias.
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