En el año 2007 se estimaba que en España nacían alrededor de 30.000 niños prematuros. La cifra se mantuvo, cuando se estimaba que 29.122 niños prematuros nacieron durante ese año, un porcentaje que alcanzaba el 6,41% y que suponía 1 de cada 13 nacimientos. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 15 millones de niño prematuros nacen cada año.
Se considera que un nacimiento es prematuro cuando el bebé nace antes de la semana 37 de gestación, cuando un embarazo a término tiende a ser de 40 semanas. De hecho, normalmente un embarazo tiende a durar unas 40 semanas aproximadamente.
Dado que en los últimos meses y semanas del embarazo tiene lugar un crecimiento y desarrollo importante del bebé, cuando nace muy pronto el bebé presenta un menor peso y también algunos problemas de salud dado que sus órganos aún no se han desarrollado lo suficiente.
Entre otros problemas pueden tener problemas de audición y visión, afecciones respiratorias, dificultades para alimentarse con normalidad, atraso del desarrollo y parálisis cerebral. Por ello, los bebés prematuros necesitan una atención médica especial, que se realiza en la unidad de cuidados intensivos neonatal.
Es aquí cuando nos encontramos con el conocido como método NIDCAP, que se convierte en un nuevo y revolucionario enfoque en el manejo de los bebés prematuros.
¿Qué es el método NIDCAP y en qué consiste?
Es un enfoque médico desarrollado por la doctora Heidelise Als y sus colegas, en el que se tienen en consideración una amplia diversidad de factores ambientales, mediante un acercamiento comprensivo hacia el cuidado apoyado del desarrollo del bebé, tratando de manera individual tanto las metas como el nivel de estabilidad del niño.
Es decir, se trata de un método enfocado para todos los bebés y niños, pero que cuenta con increíbles ventajas para el adecuado desarrollo del bebé prematuro.
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Se trata de un sistema de cuidados que sitúa a los padres como los cuidadores principales del recién nacido, ayudando a que éste sea tratado en cada momento en función de su nivel de desarrollo.
¿Cuáles son sus beneficios para el bebé prematuro?
Entre otros aspectos, se trata de disminuir la intensidad tanto de ruido como de luz que puedan afectar al descanso y desarrollo del bebé prematuro, manteniéndose así una incubadora con una atmósfera similar a la presente en el útero materno.
Se utilizan también determinados dispositivos que contengan y amolden la posición fetal del prematuro, especialmente útil para mejorar su tonicidad y elasticidad muscular.
Se favorece el contacto piel con piel mejorando la vinculación madre/padre-bebé, lo que disminuye a su vez las infecciones nosocomiales que se adquieren en el entorno hospitalario.
Además, es común que los médicos, enfermeros y matronas agrupen todos los procedimientos, de esta forma se consigue interrumpir lo menos posible el ciclo de sueño del prematuro. Igualmente se utilizan medidas de analgesia no farmacológica especialmente para los procedimientos que supongan una intensidad de dolor considerada como media-baja.
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Como vemos, se trata de un modelo o enfoque especialmente importante y con ventajas fundamentales, que no solo refuerza el vínculo entre los padres y su hijo, sino que también mejora el pronóstico no solo a corto sino a largo plazo del pequeño ingresado en la unidad de cuidados intensivos neonatales, sobre todo entre los prematuros y quienes hayan presentado mayor gravedad al nacer.
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