¿Qué es el ano?
El ano es la parte del cuerpo que se encuentra situada justo en el extremo del aparato digestivo, luego del canal anal. Concretamente, lo encontramos situado en la zona perineal, al lado de los genitales.
Es decir, se trata del extremo final del tubo digestivo, en el que encontramos precisamente el esfínter que regula el proceso de la defecación. Así, la zona anal se encuentra irrigada por la vena rectal inferior y por la arteria rectal inferior, y es por esta parte por dónde eliminamos las heces y los gases.
Para ser aún más precisos, lo hallamos en el surco longitudinal que divide las nalgas, constituyendo la parte final del intestino grueso, formado por el colon ascendente, trasverso, descendente, sigma, recto y finalmente el ano.
La capa del revestimiento interno del ano, o mucosa, posee tres partes que se dividen en la parte glandular, transicional y escamosa (desde la parte más interna a la más externa), para continuar finalmente con la piel del periné.
Existen distintos problemas que afectan tanto al ano como al recto que son tremendamente comunes; de hecho, muchísimo más habituales de lo que se piensan. Entre estos problemas o afecciones más habituales podemos mencionar la presencia principalmente de hemorroides, fisuras y abscesos. Y menos común la presencia de cáncer.
¿Es verdad que se puede sentir dolor de ano?
Lo cierto es que la mayoría de estas afecciones tienden a causar dolor anal, que puede sentirse como tirantez o incluso pequeños tirones que se notan como latigazos. De hecho, podríamos definir al dolor anal como el dolor que se sitúa tanto en el ano como en el recto, o alrededor del área perianal. Médicamente se conoce al dolor anal con el nombre de proctalgia.
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La mayoría de las causas que ocasionan la aparición de dolor en el ano son benignas. Es más, rara vez el dolor anal es un indicativo de una afección muchísimo más seria como por ejemplo puede ser el caso del cáncer colorectal. Es más, el dolor puede ser tremendamente intenso como consecuencia de que en esta zona nos encontramos con muchas terminaciones nerviosas, y eso sin embargo no tiene por qué ser una señal de patología más grave o enfermedad más seria.
Así, debemos tener presente que por sí mismo el dolor anal nunca es una enfermedad, sino un síntoma de algún trastorno o afección que precisamente puede estar afectando al ano propiamente dicho.
Causas del dolor anal
Aunque es común que el dolor anal sea causado por afecciones comunes como hemorroides, fisuras o abscesos, lo cierto es que en realidad existen muchas enfermedades o problemas que pueden causarlo. Son las siguientes:
- Fisura anal: pequeña rasgadura que se sitúa en la piel del ano.
- Fístula anorectal: comunicación anormal entre el ano o el recto hacia la piel alrededor del ano.
- Hemorroides: venas dilatadas o inflamadas que se sitúan en el ano o el recto. Pueden producir comezón y sangrado, además de dolor.
- Absceso perirectal: presencia de pus en los tejidos alrededor del ano. Habitualmente causado por una infección bacteriana, la cual tiende a acumularse en la zona del ano.
- Impactación fecal: masa de deposiciones duras en el recto.
- Constipación: dificultad para eliminar las heces.
- Enfermedad de Crohn: proceso inflamatorio crónico que afecta principalmente al tracto intestinal, aunque puede afectar a cualquier parte del tracto digestivo (desde la boca hasta el ano).
- Hematoma perianal: conocida también como hemorroide externa trombosada, consiste en un nódulo doloroso que se localiza en la parte exterior del ano.
- Proctitis: inflamación de la mucosa del recto.
- Úlcera solitaria del recto: ocasiona un fuerte dolor anal.
- Prolapso rectal: protrusión del recto a través del ano. Suele ocasionar heces con mucosidad o sangre.
- Colitis ulcerosa: enfermedad inflamatoria de colon y del recto, ocasionando inflamación y ulceración, diarrea y dolor abdominal frecuente.
- Síndrome elevador del ano: espasmos que se sitúan y se sienten en los músculos alrededor del ano.
- Cáncer de colon: consiste en un tipo de cáncer que se desarrolla en el intestino grueso o en el recto.
- Cáncer de ano: se presenta como un fuerte dolor en el ano, además de sangre en las heces y fisuras en el recto. Eso sí, no es muy frecuente.
Por otro lado, ¿sabías que el dolor anal puede también estar producido por una mala alimentación? Por ejemplo, por consumir alimentos con mucha fibra o muy picantes.
No obstante, aunque lo más común es que el dolor anal desaparezca a los pocos minutos o horas de aparecer, o incluso transcurridos unos días, en caso de surgir sangrado anal o que el sangrado aparezca en las heces, o que el dolor siga más tiempo, lo más adecuado es acudir al médico para una valoración rápida y temprana.
¿Cómo se puede aliviar?
Cuando el dolor anal aparece lo más habitual es que solo se sientan tirones, y que en realidad la causa no tenga importancia por la gran cantidad de terminaciones nerviosas que encontramos tanto en el recto como en el ano. Por ello en realidad poco podemos hacer a la hora de aliviar el dolor, ya que en la mayoría de las ocasiones tiende a durar pocos segundos.
No obstante, en caso de durar más tiempo la clave está en acudir a nuestro médico, quién nos realizará un examen físico y nos ayudará a descubrir las posibles causas, especialmente si el dolor se repite en el tiempo.
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