Ahora que comienza el buen tiempo y que el calor también empieza a apretar, es une buenísima idea que, cuando vamos a la playa o a la piscina a pasar un día de sol y nos llevamos alimentos para comer, prestemos una atención especial a determinados productos alimenticios, con el objetivo de prevenir y evitar la salmonelosis.
La salmonelosis, como de buen seguro sabrás, es una infección gastrointestinal causada por la salmonella, un bacilo compuesto por un grupo de bacterias, los cuales viven en el intestino de seres humanos y de animales infectados.
Síntomas de la salmonelosis
La sintomatología que causa la salmonelosis en muchísimos casos es bastante clara, ya que produce:
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Cólicos y dolores estomacales y abdominales.
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Diarreas y vómitos.
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Dolores de cabeza.
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Escalofríos y fiebre alta.
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Sangre en las heces.
Estos síntomas los padecen las personas infectadas de 8 a 72 horas luego del contagio inicial.
En casos más grandes se puede producir una mayor diarrea, que provoca que la persona deba ser inmediatamente hospitalizada, porque la salmonella puede pasar de los intestinos a la sangre y poner en peligro su vida.
¿Cómo se contrae y se contagia la salmonelosis?
Es normal que la bacteria de la salmonella resida en el interior de los intestinos de los seres humanos, la cual es desechada por medio de las heces. Sin embargo, es común que los humanos se contaminen al consumir agua o alimentos contaminados.
Encontramos salmonella sobretodo en la carne de ganado, en carnes de aves crudas, y en ocasiones en frutas y vegetales sucios. Por ello se aconseja siempre lavar bien estos últimos alimentos antes de su consumo, y cocinarlos bien.
Tratamiento para la salmonelosis
Se aconseja tratar la deshidratación, reemplazando los líquidos y electrolitos. No obstante, en casos graves puede aconsejarse hospitalización y la administración por vía intravenosa de líquidos. Además, es posible que el médico recomiende:
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Antibióticos: sobretodo en aquellos casos en que el especialista sospeche que la bacteria ha entrado en el torrente sanguíneo, ante un caso grave o cuando el sistema inmune del paciente esté comprometido.
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Antidiarreicos: ayudan a aliviar los cólicos, y tratan la diarrea asociada con esta infección.
Imagen | Nathan Reading
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