Seguramente que en algún momento de tu vida habrás sufrido lo que en medicina se conoce comúnmente como tortícolis. De hecho, se trata prácticamente de una molestia o problema muy habitual que padecen miles de personas cada día.
Concretamente, la tortícolis es una inflamación de los nervios cervicales, la cual puede tener un origen congénito (presente al nacer), o bien desarrollarse tanto en niños como en adultos por daños en el sistema nervioso, o simplemente por un daño muscular totalmente temporal.
No obstante, para poder prevenirla es conveniente conocer cuáles tienden a ser los síntomas de la tortícolis más comunes, sus causas, cómo es su tratamiento (puedes saber más sobre algunos ejercicios para el cuello) y cómo prevenirlo.
Causas de la tortícolis
Una de las causas de la tortícolis más frecuentes es la adopción de determinados hábitos posturales, como pueden ser, por ejemplo, mantener el cuello en una mala posición mientras estudiamos o trabajamos, e incluso dormir en una posición brusca que no permite relajar los músculos del cuello.
Otra de las causas más frecuentes es el denominado como latigazo cervical, producido por ejemplo por una frenada brusca con el vehículo.
También determinadas infecciones pueden ser causas que lleven a la aparición de la temida tortícolis, o bien las hernias discales.
Síntomas de la tortícolis
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Dolor muscular generalmente en el cuello, en la espalda o en la cabeza.
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Los músculos del cuello se sienten rígidos. Puede haber temblor o espasmos.
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La cabeza suele estar un poco torcida, especialmente el mentón, el cual adopta una posición extraña a la vez que el hombro del lado lesionado se eleva un poco.
El mejor tratamiento
Generalmente la tortícolis suele desaparecer poco a poco con el paso de los días, especialmente según va bajando la inflamación que ha originado su aparición.
Entre el tratamiento de la tortícolis más usual nos podemos encontrar con la aplicación de calor en la zona, lo cual ayudará positivamente a aliviar el dolor debido a la inflamación.
No obstante, en caso de que la tortícolis siga en el tiempo, lo más recomendable es acudir al médico, el cual nos hará preguntas acerca de los síntomas y elaborará un historial médico, practicando luego un examen físico y, en algunos casos, podrá hacerte una resonancia magnética o una radiografía.
Ejercicios para aliviar la tortícolis
Cuando el dolor es notable, es conveniente visitar a un especialista. No obstante, podría ser interesante tener en cuenta alguno de estos estiramientos y ejercicios:
1. En primer lugar, trata de hacer un estiramiento lateral.
2. Para ello, puedes empezar poco a poco y muy lentamente a tratar de tocar el hombro con la oreja, con cada hombro y cada oreja.
3. Es fundamental que el ejercicio se haga despacio y sin forzar los músculos del cuello.
4. Ahora, haz rotaciones de izquierda a derecha, pero parándote en el centro.
5. Finalmente, flexiona el cuelo hacia delante, tratando de aguantas un poco.
Puedes repetir estos ejercicios varias veces a lo largo del día, para que notes cierta mejoría.
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