Tal y como informan muchos especialistas oftalmólogos, en nuestro país el denominado como glaucoma se ha convertido en una de las principales causas de ceguera.
No obstante, para evitar precisamente que la situación del paciente llegue hasta este extremo tan grave, en la actualidad existe un tratamiento para el glaucoma con el que, el principal objetivo, consiste en impedir que aparezca ceguera.
Sólo en algunos casos, que no en la mayoría, se requiere intervención mediante cirugía, pero para ello el paciente debe acudir cuanto antes a la consulta del oftalmólogo, como forma de tratar de empezar el tratamiento lo antes posible.
Glaucoma: un problema de visión que puede causar ceguera
¿Qué es el glaucoma?
Explicado de forma más o menos sencilla, podemos indicarte que el glaucoma consiste en la elevación de la presión intraocular, debida principalmente a una salida insuficiente del humor acuoso.
Debido a que esta condición presiona el nervio óptico, con el paso del tiempo se puede producir pérdidas de visión irreversibles si no se sigue el tratamiento prescrito por el oftalmólogo.
Síntomas del glaucoma
Es cierto que, por regla general, el glaucoma crónico tiende a no causar síntomas, aunque sí ocasiona una pérdida inicial de la visión en zonas del área central del campo visual.
En este sentido, en sus primeras fases puede pasar desapercibida para el paciente. Por este motivo, ante cualquier modificación o disminución en la visión de la persona, se debe acudir rápidamente a un oftalmólogo, simplemente para que nos ayude a conocer las causas.
¿Cuál es el tratamiento del glaucoma?
Tal y como te exponíamos en las líneas anteriores, el tratamiento del glaucoma por regla general consiste en el uso de gotas cuyo objetivo es disminuir la presión intraocular.
No obstante, con el tiempo el paciente puede precisar cirugía para evitar que el glaucoma vaya a más.
¿Cómo se opera el glaucoma?
Dependiendo del tipo de glaucoma y de la propia evolución del mismo, existen diferentes tipos de operación, entre los que nos encontramos con tratamientos no invasivos y ambulatorios, hasta técnicas quirúrgicas en sí mismas.
Dentro de esta última opción en la actualidad existen avanzadas técnicas que ayudan a reducir la presión intraocular, creando para ello vías de escape controladas para el humor acuoso.
Imagen / code1name (Stock.Xchng)
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