Es común que, cuando salimos de fiesta, muchas personas opten por consumir bebidas alcohólicas. Pero también es cierto que, en los últimos años, se ha puesto de moda mezclar alcohol con bebidas energéticas, ya que su efecto es bastante más diferente que mezclar el alcohol con cualquier otro refresco.
Se trata de una práctica muy extendida por parte de muchos jóvenes cada fin de semana, dado que se convierte en una buena opción para estimular a nuestro organismo y así aguantar más horas.
Pero al igual que nos podemos encontrar con determinados riesgos de las bebidas energéticas, estos riesgos aumentan cuando nos encontramos ante una mezcla de este tipo.
¿Mezclar las bebidas energéticas con alcohol es malo?
Evidentemente nos encontramos ante una respuesta positiva. Y no solo es malo, sino que incluso puede suponer un riesgo grave para la salud de la persona que mezcla ambas bebidas.
Debemos tener presente que las bebidas energéticas estimulan nuestro organismo excitándolo y manteniéndolo activo, actuando sobre el corazón estimulándolo.
Las bebidas alcohólicas ayudan también a mantener cierto estado de euforia, pero con la diferencia que cuando hemos consumido demasiado, nuestro organismo tiende a producir un efecto depresivo como síntoma de alerta para avisarnos que no debemos seguir tomando más.
Sin embargo, si tenemos en cuenta que tanto la cafeína como el resto de los estimulantes encubren este efecto, lo habitual es consumir más cantidad de alcohol, y a su vez más bebidas energizantes.
Riesgos de mezclar alcohol con bebidas energéticas
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Al ingerir mayores cantidades de alcohol, aumenta el riesgo de padecer problemas derivados de este consumo excesivo, como: enfermedades hepáticas, cirrosis e hígado graso, entre otros.
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La aceleración del ritmo cardíaco puede derivar en trastornos cardiovasculares y arritmias.
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Dado que el alcohol relaja el corazón y las bebidas energizantes lo estimulan, se puede producir un colapso.
Vía | Consumer Eroski
Imagen | kwalk628
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