El síndrome del colon irritable es un trastorno bastante común, que se estima afecta a aproximadamente el 6% de la población, en especial a mujeres, y que suele ser habitual que aparezca alrededor de los 18 años.
Aunque de hecho es considerado como un trastorno habitual que afecta cada año a miles de personas en nuestro país, lo cierto es que a un paciente se le diagnostica colon irritable cuando el médico no es capaz de identificar cualquier otra causa. Es decir, el paciente padecerá colon irritable cuando sus síntomas se relacionen con los síntomas típicos de este trastorno, pero se desechen otros similares (como es el caso, por ejemplo, de la gastritis nerviosa).
Esto supone que no exista un tratamiento médico concebido como tal para la disolución del síndrome del colon irritable, sino que nos encontremos ante una serie de tratamientos o consejos determinados para aliviar sus síntomas.
Síntomas del colon irritable
Tal y como veremos en el siguiente apartado dedicado al diagnóstico del síndrome de colon irritable, para que nos encontramos ante este trastorno los síntomas que indicamos a continuación deben aparecer de manera continuada durante 12 semanas o más a lo largo del año:
- Gases y flatulencias.
- Sensación de hinchazón abdominal.
- Estreñimiento continuado que se alterna con momentos de diarrea.
- Retortijones que desaparecen cuando se va al baño.
- Necesidad de ir al baño tras levantarse, o bien cuando se acaba de comer.
- Calambres abdominales y malestar estomacal.
- Fatigas.
Diagnóstico del colon irritable
El diagnóstico debe ser llevado a cabo por parte de un especialista médico. Pero para que no existan dudas, el paciente debe sentir sus síntomas durante al menos 12 semanas a lo largo de un año.
Tratamiento del colon irritable
Teniendo en cuenta la forma como se diagnostica el síndrome del colon irritable, es “normal” que no nos encontremos ante un tratamiento médico que ayude a su resolución.
Esto es debido a que el tratamiento a seguir es básicamente cambiar los hábitos nutricionales que tenga la persona y modificar su estilo de vida. Dado que este síndrome suele afectar más a personas nerviosas, lo aconsejable es vivir una vida tranquila y estable, lejos de las preocupaciones y los estreses diarios.
Básicamente el tratamiento consiste en seguir los consejos siguientes:
- Vivir una vida tranquila, alejada de nerviosismo, preocupaciones, estrés y ansiedad.
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra.
- Consumo de probióticos, que cuidan la flora intestinal.
- Consumo de alimentos fáciles de digerir.
- Evitar el café, alcohol y tabaco.
- Consumo de alimentos con poca grasa de origen animal.
- Comer despacio y sin prisas.
- Practicar ejercicio físico, el cual nos ayuda a desestresarnos.
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