En diciembre del pasado año se identificó el primer caso de ébola, registrado en Guinea-Conakry. Desde entonces, ya han perdido la vida 729 personas y la epidemia se extiende “sin control” en el oeste de África Occidental. Según los expertos, nos encontraríamos ante el brote de ébola más devastador, que se ha convertido en un auténtico reto para las autoridades sanitarias no solo de los países afectados, sino de prácticamente todo el mundo ante la posibilidad de que pueda extenderse por más países.
El ébola es el nombre de un virus de la familia Filoviridae y género Filovirus. Su nombre proviene del río Ébola, en la República Democrática del Congo, donde fue identificado por vez primera en el año 1976 cuando se produjo una epidemia.
Se trata de un virus causante de la conocida como fierre hemorrágica viral del Ébola, una enfermedad infecciosa y altamente contagiosa, la cual es muy grave y afecta tanto a seres humanos como a otras especies del reino animal.
Aunque no existe en la actualidad ningún tratamiento médico dirigido a combatir el virus del Ébola, sí nos encontramos ante tratamientos médicos sintomáticos para el tratamiento de la fiebre y el dolor. Por otro lado, tampoco existe una vacuna que prevenga su contagio, mientras que presenta una tasa de letalidad de entre un 50% a un 90%.
Por tanto, ¿es posible prevenir un contagio por el virus del Ébola?
¿Se puede prevenir el virus del Ébola?
Los expertos coinciden en señalar que sí es posible la prevención del virus del Ébola, siempre y cuando se sigan una serie de recomendaciones básicas indicadas por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control y prevención del contagio del virus del Ébola.
Teniendo en cuenta que el contagio entre personas solo se puede producir mediante el contacto directo a través de heridas o cortes en la piel, o bien mediante las membranas mucosas como las secreciones, sangre, órganos u otros fluidos corporales de personas que han sido infectadas, la prevención en este sentido es posible y fundamental.
De ahí que se den bastantes casos entre el personal sanitario, ya que por regla general el contacto se suele producir al estar al cuidado de una persona que ya se encuentra enferma con el virus.
¿Cómo prevenir un contagio por el virus del Ébola?
Como indicábamos en las líneas anteriores, no existe una vacuna contra el virus del Ébola, por lo que la vacunación no es en ningún caso una forma de prevención. Sí es cierto que existen varias vacunas que están siendo probadas y que se encuentran en fase experimental, pero de momento no es una opción válida.
Es fundamental la concienciación de la población tanto sobre los riesgos de la enfermedad como sobre las medidas de protección e higiénicas que se deberían adoptar.
Destaca el lavado constante de las manos. Por otro lado, es aconsejable tocar siempre con guantes a los animales, especialmente si se les manipula, y cocinar bien su carne.
Entre las personas, se debe evitar el contacto físico cercano con los enfermos. En el caso de que sea personal sanitario, es importantísimo atenderles siempre utilizando ropa de protección, guantes y gafas.
Resumimos a continuación los principales consejos preventivos para evitar el contagio del virus del Ébola:
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Disminución del riesgo de infección humana:
– Disminuir el contacto con animales salvajes que pudieran estar infectados, tales como simios, monos y murciélagos.
– Evitar el consumo de carne cruda.
– Al manipular animales utilizar siempre guantes y prendas protectoras.
– Utilizar guantes, mascarillas y batas especiales para disminuir el riesgo de transmisión de persona a persona.
– Lavarse las manos frecuentemente con agua caliente y jabón, especialmente después de visitar a familiares enfermos en el hospital. -
Prevención de la infección en centros de salud:
– Uso de medidas de aislamiento.
– Utilización de equipos necesarios (tales como batas, guantes y tapabocas) para la reducción del riesgo de transmisión desde los enfermos hacia el personal sanitario.
Imagen | Fairfax County
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