La hepatitis alcohólica se caracteriza por la inflamación del hígado, provocada sobre todo por un consumo excesivo de alcohol. Si no se trata con antelación, esta patología puede derivar después en otras enfermedades más graves como la cirrosis o cáncer de hígado y también de páncreas.
Todo el mundo puede pensar que la hepatitis alcohólica solo se presenta en aquellos bebedores que llevan consumiendo bebidas alcohólicas prácticamente desde toda su vida. Pero esto no es del todo así. De hecho, se trata de una afección muy relacionada con el higado graso por consumo de alcohol.
Esta enfermedad hepática tiene simplemente más probabilidades de aparecer en personas de una avanzada edad o donde en su familia haya habido otros casos de esta afección (sobre todo en mujeres). De una forma u otra, se recomienda encarecidamente reducir el consumo de alcohol una vez vayan apareciendo los primeros síntomas.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis alcohólica?
Antes que nada, es importante saber que los síntomas de la hepatitis alcohólica pueden ir variando según los daños que esté sufriendo el hígado. Aunque en términos generales se caracterizan por presentarse de la siguiente manera:
- Malestar general. Como la hepatitis es una patología que afecta directamente a al sistema intestinal, pues es normal que el paciente sienta una gran sensación de fatiga acompañada de náuseas y vómitos durante cualquier momento del día.
- Cambios en apetito. La hepatitis alcohólica también se caracteriza por provocar cambios en el apetito del paciente, algo que se puede traducir después en una pérdida de peso considerable. Esto se debe a que el hígado no es capaz de absorber y sintetizar todos los nutrientes que hay en los alimentos que se ingieren.
- Boca seca. También es muy común que se tenga una gran sensación de sed que provocará después que toda la boca esté siempre seca.
- Ante cualquier enfermedad, el cuerpo reaccionará aumentando la temperatura corporal como mecanismo de defensa.
- Amarillamiento de piel y los ojos. La hepatitis también puede provocar un claro caso de amarillamiento de la piel, una patología también conocida como ictericia, causada sobre todo por tener unos niveles de bilirrubina alta.
- Hinchazón en el abdomen. También se puede dar que la persona afectada por la hepatitis alcohólica sufra de una fuerte hinchazón en toda la parte superior del abdomen.
¿Cuál es el tratamiento para la hepatitis alcohólica?
Como estos síntomas pueden en verdad aparecer con cualquier otra enfermedad que tenga relación con el hígado (hepatitis, cirrosis, colangitis) lo mejor es ir al médico más cercano en la mayor brevedad posible. De esta forma, podrá diagnosticar si se trata de un claro caso de hepatitis alcohólica y actuar después en consecuencia.
Aunque como es obvio, lo primero que hay que hacer es reducir el consumo de manera drástica y beber una gran cantidad de agua para así hidratar todo el órgano con el objetivo de que vuelva a funcionar con normalidad lo antes posible si todavía no existen daños más graves.
- Estilo de vida más saludable. Una dieta sana y equilibrada en todo tipo de nutrientes puede al menos a prevenir y reducirlos síntomas de la hepatitis alcohólica. Se recomienda alejarse de los alimentos demasiado salados y picante También se debe acompañar a esta dieta una actividad física diaria para que el hígado vuelva a funcionar de manera normal.
- Vitaminas A, B, C y K. Todos estos componentes va a ayudar a que los síntomas de este tipo de hepatitis vayan remitiendo. La mayoría de ellos se puede encontrar en multitud de alimentos a excepción de la vitamina K, que se deberá inyectar por vía intravenosa.
- Medicamentos específicos. Estos pueden ir desde vacunas para evitar hepatitis más graves junto a una serie de antibióticos para tratar las infecciones.
- Cirugía. En casos más graves de hepatitis alcohólica, a veces no quedarás más remedio que hacer una endoscopia para eliminar todo el líquido que se almacena en el abdomen. Esto es lo que se conoce como paracentesis.
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