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Cuando nos realizamos un análisis rutinario de sangre es muy habitual que se incluyan una serie de parámetros básicos especialmente útiles para evaluar el estado de salud de la persona, fundamentalmente porque cuando algunos elementos salen alterados (ya sea elevados o bajos) pueden alertar acerca de la presencia de alguna posible patología o enfermedad.
En el caso de las transaminasas, son unas enzimas que encontramos fundamentalmente en el hígado, y son útiles para conocer el estado de salud de este órgano, ya que sus valores aumentan cuando existe algún tipo de enfermedad hepática. Pero no es la única causa, puesto que también se elevan cuando existen enfermedades del corazón, del páncreas o incluso simples alteraciones o lesiones en los músculos.
Esto es debido a que las transaminasas son enzimas que brindan la posibilidad de que nuestro organismo sea capaz de transformar sustancias. Así, no solo las encontramos en el hígado, sino también casi prácticamente todos los órganos. Es lo que ocurre con la transaminasa GOT (glutamicooxalacética o AST). Mientras que la transaminasa GPT sí la encontramos principalmente en el hígado.
¿Qué son las transaminasas bajas?
Cuando en una analítica de sangre nos encuentran que tenemos las transaminasas bajas significa que algunos de los tipos de transaminasas en sangre se encuentran disminuidos (esto es, por debajo de lo considerado como normal).
Así, esto ocurre cuando se encuentran por debajo de:
- Valores normales de GOT (AST): 10-45 U/L en el hombre y 5-31 U/L en la mujer.
- Valores normales de GPT (ALT): 10-43 U/L en el hombre y 5-36 U/L en la mujer.
Por tanto, cualquier valor por debajo de estos niveles puede indicar la existencia de algún problema de salud. Por ello, es muy útil descubrir cuáles son las posibles causas de las transaminasas bajas.
Causas de las transaminasas bajas
Enfermedad intestinal
Algunos trastornos y enfermedades que afectan a los intestinos pueden influir reduciendo los niveles de transaminasas en sangre, además de otros elementos como por ejemplo puede ser el caso de determinados nutrientes y proteínas.
Por otro lado, puede ocurrir que un tipo o grupo de transaminasas baje y que el otro tipo o grupo aumente, debido a que los intestinos no son del todo capaces para absorber muchos de los nutrientes de los alimentos.
Entre las enfermedades intestinales que pueden reducir los niveles de transaminasas, podemos mencionar los siguientes:
- Enfermedad de Crohn: Afección inflamatoria crónica del tracto intestinal, que afecta sobre todo a la porción más baja del intestino delgado y/o el intestino grueso.
- Enfermedad celiaca: Enfermedad digestiva en la que la persona no tolera el gluten, una proteína que encontramos en cereales como el trigo, la avena, la cebada y el centeno.
- Enfermedad de Whipple: Enfermedad sistémica -poco común- causada por la bacteria tropheryma whippelii, que afecta al tracto gastrointestinal, corazón, articulaciones, corazón, pulmones y sistema nervioso.
Déficit de vitamina B6
Dado que la vitamina B6 es una vitamina hidrosoluble, esto significa que nuestro cuerpo no es capaz de almacenarla, de manera que es importante obtenerla a través de nuestra alimentación. Sin embargo, cuando seguimos una dieta inadecuada, es posible sufrir un déficit de ella.
Se trata de una vitamina fundamental para nuestro cuerpo ya que se encarga de mantener los niveles de azúcar en sangre y produce anticuerpos y hemoglobina, entre otras funciones importantes.
En el caso de un déficit de vitamina B6 es común que las transaminasas disminuyan, no solo en caso de las transaminasas AST (GOT) sino también ALT (GPT).
Determinadas enfermedades del hígado
Aunque la mayoría de las enfermedades del hígado causan una alteración de las transaminasas en sangre, aumentándolas, no siempre ocurre así. Es lo que sucede con la hepatitis C, una infección que produce lesiones en el hígado provocando su inflamación. Con el paso del tiempo, al ser una afección crónica, termina por ocasionar cirrosis.
Se trata de una enfermedad que, por el momento, no tiene cura (aunque existen nuevos fármacos que ofrecerían una tasa de curación de casi el 100%), sí se ha avanzado muchísimo en su tratamiento.
Por otro lado, cuando existen niveles inadecuados de albúmina en sangre también puede influir en la disminución de transaminasas en sangre. La albúmina es una proteína producida en el hígado, de manera que cuando alguna enfermedad hepática ocasiona daño en las células hepáticas, éstas no pueden llevar a cabo sus funciones con normalidad, no pudiendo sintetizar la albúmina.
¿Cómo se tratan las transaminasas bajas?
Como vemos, dado que en muchos casos la disminución de las transaminasas en sangre se corresponde con algún tipo de patología o enfermedad, es necesario llegar al diagnóstico de la causa que esté ocasionando esta reducción para que el tratamiento médico sea el más adecuado posible.
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