Algunas personas sufren de digestión lenta y ello puede tener consecuencias algo molestas que derivan en otras afecciones y enfermedades. La digestión lenta es un problema que afecta a cada vez más personas, debido, en parte a la mala alimentación.
Pero tiene tratamiento y puede curarse gracias a los consejos del médico, y a través de remedios naturales indicados para el alivio de la digestión lenta.
Qué es la digestión lenta y cuáles son sus causas
La comida, cuando pasa al organismo, se absorbe y los nutrientes se envían a los órganos a través de la sangre. Cuando el sistema digestivo no funciona correctamente, esta función no se realiza bien y entonces es cuando decimos que se trata de un sistema digestivo lento o bien inactivo.
Las causas de la digestión lenta son variables, y depende de cada persona, de su organismo, circunstancias y enfermedades asociadas.
Una posible causa es el estreñimiento, con ello, los alimentos se acumulan en el estómago y el intestino sufre al no defecar correctamente. Contrariamente, la diarrea es otra afección relacionada con el sistema digestivo que puede provocar que la digestión sea más lenta.
Una mala alimentación, formada exclusivamente por alimentos ricos en grasa, sal y proteínas, puede provocar digestión lenta. Dependiendo de la persona, estos alimentos pueden ser más complicados y difíciles de digerir.
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Otra causa puede presentarse por diferentes etapas que estamos atravesando en la vida. Es el caso del embarazo, siendo un síntoma o causa bastante normal, especialmente durante el primer y segundo trimestre.
Para ello es mejor evitar las comidas pesadas, beber agua, hacer ejercicio regular y/o consultar al doctor sobre si va a ser algo temporal de unos meses, se va a extender durante todo el embarazo o bien puede prolongarse en el tiempo.
En la tercera edad, la digestión puede ser mucho más lenta y pesada, al disminuir el ritmo en las acciones diarias, practicar menos ejercicio y por la alimentación.
Determinados medicamentos son causa directa de la digestión lenta. En este caso, pueden ser los antibióticos y analgésicos, pero tomados de forma regular. Normalmente, ante la suspensión de la toma de estos fármacos, desaparece el problema, pero es mejor consultar al médico para cambiar la medicación.
Síntomas de la digestión lenta
Al igual que las causas, los síntomas de la digestión lenta son varios y dependen de cada persona. Normalmente, cuando hay una digestión algo lenta y pesada, suelen aparecen dolores de barriga y estómago, ganas de vomitar, acompañadas de náuseas.
También destaca el cansancio, y la hinchazón de estómago, junto a los gases, que suelen ser bastante comunes cuando la digestión es lenta. Esto viene acompañado de ardor y estreñimiento, entre otros.
Cómo prevenir la digestión lenta
Determinados hábitos ayudarán a prevenir este tipo de digestión. En un inicio, debemos tener especial atención a la alimentación y evitar comidas grasas y pesadas, especialmente si sabemos que no nos sientan bien.
Evitar ciertas bebidas con gas y azúcar, así como la cafeína y las bebidas alcohólicas. Se recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra que mejoran el proceso de la digestión. También es aconseja beber agua a diaria para mejorar el tránsito intestinal.
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También es importante comer siempre a las mismas horas, hacer cinco comidas al día sin que sean abundantes, masticar de forma lenta los alimentos, comer despacio, sin prisas, y tener una dieta variada, rica en frutas, verduras y pescado. Hacer ejercicio de manera regular y llevar una vida sana también son soluciones ante las digestiones pesadas y algo lentas.
Remedios naturales para aliviar la digestión lenta
Algunos médicos recomiendan tomar probióticos y prebióticos que mejoran la flora intestinal. Esto lo podemos encontrar en los alimentos ricos en fibra, en los yogures, así como en determinados vegetales y verduras de hoja verde.
También son buenas las infusiones, especialmente de anís, manzanilla, menta, hinojo, regaliz, comino, jengibre, y las semillas de lino o chia que son empleadas en fuerte medida para condimentar varias comidas.
Además de estas infusiones, son buenos los tés (lo que no tengan gran cantidad de teína y son más ligeros), como el té verde o el té de anís, ambos con propiedades para reducir los gases y la inflamación estomacal.
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