Es posible que, en muchas ocasiones, tu niño/a se haya quejado de que le duele la barriga, posiblemente porque se trate de algún que otro gas acumulado y no es capaz -de momento- de identificar dónde le puede doler exactamente y por qué. De hecho, suele ser muy habitual que incluso se queje de dolor de barriga, cuando en realidad no es la barriga lo que le duele.
Sea como fuere, lo cierto es que el dolor de barriga en los más pequeños es una afección sumamente común y frecuente, e identificar la causa que esté ocasionando ese dolor puede llegar a ser bastante complicado, independientemente de que el niño ya hable y te indique en qué lugar del abdomen le está doliendo.
Por ello, tal y como manifiestan muchos pediatras, es importantísimo para los padres identificar la zona donde tendría el dolor y si existe o no algún otro síntoma relacionado que podría ayudarnos a conocer un poco más sobre el dolor.
¿En qué momento el niño te dice que le duele la barriga?
Dependiendo del momento en el que el niño te diga que le puede estar doliendo la barriga, es posible identificar algunas de las causas que puedan estar directamente relacionadas.
Antes de ir al cole o a la escuela
También depende del momento en el que al niño pequeño le duela la barriga. Así, por ejemplo, si con frecuencia te dice que le duele el estómago antes de ir a la guardería o a la escuela la causa podría ser cierto nerviosismo, estrés o ansiedad.
Muchos niños, aún cuando sean pequeños, pueden sentirse nerviosos antes de ir a la guardería o a preescolar. Por tanto, cuando el dolor o el malestar de barriga aparezca en estos momentos lo más común es que sea debido a ello, sin ninguna otra causa más.
Si le duele después de haber comido
Si el dolor de barriga aparece inmediatamente después de haber comido o cenado, o poco tiempo después, lo más posible es que sea debido a que quizá el niño haya comido mucho.
No obstante, si al dolor de estómago le acompañan vómitos, diarrea y fiebre es posible que sea algo más serio, por ejemplo, una infección intestinal o estomacal cuyos síntomas han aparecido pocas horas después del contagio.
Causas del dolor de barriga en bebés y niños pequeños
Además de las causas indicadas anteriormente, una opción útil para muchos papás es tratar de indagar y descubrir cuáles son las causas que puedan estar ocasionando este dolor o malestar estomacal. Los más comunes son los siguientes.
Gases y flatulencias
Es una de las causas de dolor de barriga en bebés y niños pequeños más comunes. Por tanto, la clave está en tratar de averiguar qué ha comido o bebido el pequeño, y que sea la causa principal de esa acumulación de gases.
Una solución muy útil es eliminar aquellos hábitos o alimentos que ocasionen esa acumulación de gases. Por ejemplo, algunos jugos de frutas pueden contener sorbitol, que es una forma de azúcar no digerible.
Estreñimiento
Es otra de las causas más comunes, ya que el estreñimiento es un problema muy habitual o frecuente entre los más pequeños. Por ejemplo, si te percatas que tu pequeño/a tiene un menor número de deposiciones (que no haya hecho caca durante tres días o más), y luego las hace pequeñas, duras y difíciles de salir, es probable que esté sufriendo de estreñimiento ocasional.
Para tratarlo lo más adecuado es darle suficiente líquido al pequeño, que le ayudará a que sus deposiciones sean algo más blandas. Además, existen algunos alimentos ricos en fibra que pueden ser de gran utilidad, como los guisantes, ciruelas pasas, peras y cereales como la avena.
Gastroenteritis
La gastroenteritis es sin duda alguna una de las enfermedades que más tiende a preocupar a muchos padres. Y es otra causa habitual de dolor estomacal en los pequeños, sobre todo cuando ya van a la guardería o a la escuela, donde el contagio es muy frecuente y sencillo.
Siempre debemos sospechar de gastroenteritis cuando además de dolor de barriga el niño tiene vómitos o diarrea, que también puede acompañarse de algo de fiebre.
La causa más habitual es una infección viral o bacteriana, siendo lo más frecuente las infecciones por virus como el rotavirus, adenovirus, astrovirus y calicivirus.
La hidratación es importantísima, especialmente si el niño o bebé tiene vómitos y/o diarrea, con lo que evitaremos la deshidratación. Además, es fundamental acudir al pediatra rápidamente si sospechas que existe algún síntoma que pueda alertarte acerca de una posible deshidratación.
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